La terraza de mi bar favorito está llena de lucecitas navideñas que parpadean. Los androides SAM y ANDREA se ajetrean de un lado para otro, aunque nos atienden enseguida a mí y a mi sobrino Evaristo acertando sin preguntar con nuestras consumiciones merced a su inteligencia artificial tras asignarnos PAAF, el dron volador que hace de mayordomo, una mesa con su francés de fábrica: “Icí”.
• Biden ha indultado a su propio hijo comenta decepcionado Evaristo. Toda su vida pidiendo respetar la justicia y al final este borrón a pesar de una buena presidencia.
• Debió renunciar hace un año a la reelección por no estar ya en buenas condiciones físicas. Los demócratas hubieran tenido tiempo para unas primarias y designar a un candidato quizás mejor para vencer a Trump.
“La mayoría de los analistas no atribuyen solo a Harris su derrota”, señala ANDREA al dejarnos bebidas y aperitivos, “sino a una pérdida de contacto de los demócratas con la realidad al promover la cultura “woke de problemáticas minoritarias frente a otras cuestiones que preocuparían más a la gente como la inflación o la inmigración. Debieran tomar nota los progres europeos porque la tendencia en elecciones y sondeos señalan un escoramiento continental hacia la derecha y la extrema derecha”.
• En la Historia de España siempre se ensalza a Guzmán el Bueno, señalo, un caudillo de la reconquista que se negó a rendir la plaza asediada a cambio de la vida de su hijo, prisionero de los asediantes árabes. El bien público frente al particular.
• Biden alega que el juicio a su hijo por posesión de una pistola sin confesar al adquirirla su drogadicción y por varios cargos de evasión fiscal ha estado politizado, admite Evaristo.
“Pobre excusa que ese Guzmán el Bueno no avalaría”, comenta SAM con sorna mientras nos deja más aperitivos y repone nuestras bebidas.
• El aún Presidente norteamericano ha establecido un marco temporal muy amplio para el indulto: diez años, precisa Evaristo. Sus críticos destacan que siendo Vicepresidente de Obama amenazó con bloquear millones de dólares en ayudas a Ucrania si en Kiev, donde Hunter Biden tenía negocios, no destituían al fiscal que acusaba a su hijo de corrupción.
• Por eso, intervengo, el indulto a su hijo podría ser también un autoindulto ante un Trump que entonces quiso invalidar a Biden a través de acusaciones e investigaciones sobre el presunto comportamiento corrupto de su hijo al que el padre echaría un capote.
“Hunter Biden siempre fue un hijo problemático, de esos que arrastran hacia precipicios a padres que les aman demasiado” señala duramente PAAF tras colocar a otros clientes.
• Biden no está sólo en este capítulo poco glorioso, recuerdo. Clinton, demócrata como Biden, indultó a un hermanastro y Trump, republicano, a su consuegro, Charles Kushner. Ahora quiere enviarle como Embajador a Francia.
• Lo de enmendar la plana a los jueces también es un deporte español, dice Evaristo. Recordemos los indultos y la amnistía a los golpistas catalanes contra la Constitución, esa gracia que nunca se iba a dar según prometió Sánchez.
• Sobre todo, añado, que no pidió que lamentaran su actuación ni se comprometieran a no reincidir. Perdón sin arrepentimiento ni contrición.
• Todo por un plato de judías, preciso. Suculentas porque permiten estar en La Moncloa más que gobernar, aunque se emitan decretazos dada la situación confusa del Parlamento donde al Frankenstein II le cuesta imponerse.
“Unos favorecen a sus parientes y otros a sus amiguetes”, afirma SAM. “La casa queda sin barrer y cubierta de fango verbal” añade ANDREA, “en lugar de ofrecer pactos verdaderamente mayoritarios. Polarización en lugar de hermanamiento. Una fachosfera-cajón de sastre en la que caben todos los no son sanchistas.
• La Transición había desterrado estos comportamientos, señalo, para superar los enfrentamientos de la II Republica que llevaron a la guerra civil.
• Felipe VI lo ha dejado claro en su discurso navideño, comenta mi sobrino.
“No están ustedes”, nos dice PAAF con su acento francés, algo suficiente, “en la misma situación que en los años treinta, pero con paciencia igual sus políticos consiguen caminar hacia algún precipicio”. ”Aprovechen cualquier día soleado como si fuese el último”, añade mientras nos marchamos …