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"Lo que la oruga llama 'el fin', el resto del mundo lo llama 'mariposa'."

¿QUIÉN ESTÁ GANANDO LA GUERRA?

¿QUIÉN ESTÁ GANANDO LA GUERRA?

COMENTARIOS AL ARTICULO DEL CORONEL ARGENTINO GABRIEL CAMILL
 UCRANIA: ¿QUIÉN ESTÁ GANANDO LA       
 GUERRA?


COMENTARIOS AL ARTICULO DEL CORONEL ARGENTINO GABRIEL CAMILL UCRANIA: ¿QUIÉN ESTÁ GANANDO LA GUERRA?

En primer lugar, quería felicitar al autor del artículo por su intención de dar un análisis objetivo de la situación relacionada con el conflicto en Ucrania, las posturas de los actores principales y las repercusiones al panorama geopolítica.  

Mi intención no es corregir o valorar lo escrito o las conclusiones correspondientes sino dar la idea como lo mismo se ve de otro ángulo o como se considera o se reflexiona sobre los diferentes aspectos de este conflicto mencionados en el artículo y los últimos acontecimientos en la política internacional. 

Lo primero y más importante. Para Rusia desde el principio la Operación especial militar (OEM) en Ucrania ha sido solo un episodio en el “gran juego geopolítico”, en la confrontación con el “Occidente unido” iniciado y llevado a cabo por parte de los EE. UU. y a OTAN. Ucrania en este contexto no es un sujeto sino un objeto utilizado por Occidente como un instrumento para debilitar Rusia y como proveedor de “carne de cañón”. No es extraño que la frase “la guerra hasta el último ucraniano” se menciona cada vez más en los análisis sobre la guerra. 

Para Rusia es una lucha existencial para su soberanía y seguridad, que se ve en Moscú como violada y abusada por las continuas ampliaciones de la OTAN y las provocaciones contra el pueblo y la lengua rusos. Los enfoques rusos a la seguridad recíproca y las garantías correspondientes que en ningún momento podrían ser aseguradas a coste de otros han sido formulados y compartidos con los EE. UU. y la OTAN en diciembre de 2021 pero lamentablemente rechazados rotundamente por completo por el “Occidente colectivo”. 

Los dirigentes occidentales no ocultaron que su objetivo en la lucha contra el “régimen de Putin” es no solo contener a Rusia, sino derrotarlo estratégicamente. Hemos visto como en el periodo antes del 24 de febrero de 2022 Rusia fue empujada continuamente a la “fase caliente” poniéndola en la posición sin salida y obligando iniciar la operación militar. El plan ha  sido muy simple y casi seguro. Iniciar una serie de sanciones nunca vistas en la historia, destruir la economía del país y como resultado provocar una crisis interna y la caída inevitable del gobierno. Aun más inesperado y decepcionante para el Occidente ha sido la resistencia y fortaleza de la economía y el régimen en general. Rusia aguantó todas las presiones y sigue desarrollando con éxito y ganado la operación militar en Ucrania que de hecha es una guerra con todo el Occidente colectivo. 

A lo contrario para los Estados Unidos es una de las direcciones en su multi juego para mantener su predominio en el mundo, preservar su posición de la superpotencia única desafiada actualmente por China y otros lideres de BRICS y en general por el concepto del mundo multipolar que está ganando cada vez más y más terreno entre los países del así llamado “Sur Global” o “La mayoría Mundial”. Claro que sigue financiando y suministrando cada vez más armas y material bélico al régimen de Zelenskiy para mantenerlo a flote, pero en el caso de la derrota clara y las perdidas inaceptables lo abandonarían sin ningún problema huyendo cobardemente como antes de Vietnam o Afganistán. Tengo mis dudas de que por el caso ucraniano Washington podría sacrificar a ellos mismos (el mundo para ellos no importa mucho) en la guerra nuclear, pero echar a este fuego al propio Kiev o sus aliados europeos pueden sin duda ninguna. 

 

Ahora pasamos a los temas concretas reflejados en el artículo: 

 

La conclusión sobre la fase actual del conflicto es correcta en general. Las tropas rusas están avanzando en todos los frentes (780 km cuadrados liberados en noviembre y más de 600 en octubre), liberando las zonas pertenecientes a las regiones “nuevas” que Rusia considera como su territorio y según la Constitución deben ser liberadas y en ningún momento pueden ser cedidos. No olvidemos que en los territorios de Donetzk y Lugansk los referéndums sobre la independencia de estas regiones de Ucrania se celebraron en 2014, mucho antes del inicio de la OEM y incluso antes del inicio de la operación militar de Ucrania contra sus propios territorios rebeldes. A los presuntos defensores del derecho internacional quien en todas formas acusan a Rusia de la intervención militar y agresión contra estado independiente de Ucrania quería referirme a la propia Carta de los Naciones Unidas, donde se estipulan no solo la soberanía del estado, sino en la misma manera el derecho de autodeterminación de los pueblos. En esta conexión hay que recordar el fallo del Juzgado Internacional de la ONU sobre Kosovo donde se estipula que la decisión sobre la independencia de una parte del estado puede ser tomada sin participación de otras partes del mismo país (a propósito, la decisión sobre la independencia de Kosovo fue tomada aun sin referéndum, solo con el decreto del parlamento). En 2014 la gente de Donetzk y Lugansk después de los referéndums se autoproclamaron independientes y durante largos 8 años se resistieron contra los ataques del ejercito ucraniano. Cuando en 2022 la situación se agravó y el ejercito ucraniano adiestrado, preparado y equipado por los países de la OTAN y con la experiencia de combate de estos 8 años de guerra estaba preparando el asalto al territorio rebelde y hasta las regiones fronterizas rusas como comunicaban las fuentes de inteligencia de Federación Rusa. En estas circunstancias la dirección de estas dos regiones solicitó la admisión a la Federación Rusa y la ayuda en la lucha contra la agresión ucraniana.

Se sabe que los objetivos declarados rusos en la OEM son: desmilitarización y de nazificación de Ucrania, su estatus neutral (no entrada en la OTAN), restauración de la integridad territorial de las regiones de Donetzk y Lugansk en las fronteras antiguas.

Como el autor del artículo ha notado correctamente, en el marzo de 2022 la situación estaba al borde de solución con el tratado de paz entre Rusia y Ucrania rubricado y listo para la firma por los lideres. Como ha comentado el propio presidente Putin este borrador incluya los anexos con las listas de los límites acordados de cado tipo de arma en el ejercito ucraniano. Y lo más importante el estatus neutral admitido por la dirección ucraniana. Lamentablemente como resultado de la mediación del primer ministro británico Boris Johnson y con consentimiento de los EE. UU. fue tirado a la basura.

Posteriormente tras los avances del ejército ruso otras regiones ruso hablantes y históricamente pertenecientes al territorio ruso declararon por medio de los referéndums la admisión a la Federación Rusa. Tras su aprobación por ambas cámaras del parlamento ruso se convirtieron en la parte inalienable del territorio de la FR cerrando todas las opciones de su regreso a Ucrania. Según la postura oficial del gobierno ruso ni Crimea, ni estas regiones nunca podrán ser el objeto de negociaciones sobre la paz. Otra opción que sí, existe, son los posibles referéndums en otros territorios históricos rusos sobre su posible admisión a la FR.

Lo que es evidente y que tiene el apoyo total en todos los sectores de la sociedad rusa es que cualquier alto del fuego, cualquier armisticio y/o congelación del conflicto son en contra de los intereses rusos y la dirección del país nunca lo va a aceptar sin la solución compleja con resolución de todos los puntos conflictivos y sin garantías sólidas de seguridad para el futuro. Está claro que cualquier trozo de Ucrania no neutral no importa que pequeña sea siempre será una amenaza permanente para Rusia en el futuro. Esta congelación solo podría servir para dar un respiro al ejército asfixiado ucraniano, poder rearmarlo y prepararlo mejor para las batallas futuras.

 

Otro tema muy importante tocado en el artículo es la escalada continua del conflicto. La culminación fue la decisión por parte del presidente Biden de permitir el uso de los misiles en la profundidad del territorio ruso. No es correcto decir que se trata de los misiles de largo o medio alcance. Según la cualificación existente todos los misiles mencionados (ATACMS norteamericanos, Scalp franceses o Storm Shadow ingleses no superan 300 km; solo algunas modificaciones más modernas de proyectiles americanos pueden alcanzar 600 km y no se sabe si se suministran) son de alcance corto (hasta 500 km) o como máximo intermedio (de 500 hasta 5 000 km). Rusia advertía mucho antes de que esta medida va a involucrar directamente a estos países al conflicto militar con Rusia, pues ninguna de esos sistemas de ataque puede ser lanzada sin participación de los especialistas militares de los ejércitos correspondientes, cualquier ruta de vuelo solo pueden preparar los expertos y solo con los datos de los satélites de reconocimiento americanos. Dado eso el presidente Putin ha hecho una advertencia directa en una intervención televisada. Pero estos misiles a pesar de todo se usaron contra los objetivos en las regiones de Kursk y Bryansk.

 

En general con la decisión del presidente saliente norteamericano (de hecho fue un permiso a ellos mismos) y el uso posterior de estas armas, el mundo se encontró a un paso más cerca de la III guerra mundial. La respuesta rusa no tardo a esperarse. La doctrina nuclear rusa ha sido modificada. Según los cambios introducidos en el caso del lanzamiento de un misil al territorio ruso por el estado no nuclear, pero con participación y/o ayuda del estado nuclear, lo último también se considera como directamente involucrado en el conflicto. Con las consecuencias correspondientes.

La demostración con la cual se acabaron las bromas fue el lanzamiento del misil nuevo en el plan de pruebas “Oreshnik” (Avellana en ruso). Para aclarar las dudas el propio Putin ha dado los detalles técnicos de este nuevo sistema de ataque. Se trata de un misil hipersónico de alcance intermedio (unos 5 000 km) con la cabeza separable en 6 bloques guiadas individualmente con 6 submuniciones en cada uno. La velocidad alcanzada en el tramo final de su trayectoria es de 10 Mach (velocidades de sonido) es decir unos 3 km por segundo. No llevaba ninguna carga especial, pero no es correcto decir que no llevaba ninguna, pues como explicaba el propio presidente Putin la temperatura en el epicentro de la explosión alcanzaba unos 4 000 grados. Ningún material explosivo como es lógico no añadiría nada a este efecto. La energía cinética desatada por el impacto a esa velocidad del material especial en las ojivas (recordamos en este sentido unos planes americanos de lanzar las varillas de tungsteno de las plataformas orbitales) de varios misiles como esta es comparable con la de la explosión nuclear. Efecto destructivo similar, pero sin los efectos negativos de la contaminación radioactiva del terreno. Como ha explicado Putin las pruebas solo afectaron la relación entre alcance y el peso de la carga. En el resto ya es operativa y puesta en fabricación en serie. En otra ocasión mencionó que ya hay varias sistemas disponibles y listos para el uso. No descartó su aplicación contra otros objetivos como por ejemplo los centros de toma de decisiones en Ucrania y/o fuera… El Estado Mayor ruso está en proceso de selección de estos objetivos. Ningún sistema antimisil existente, los más sofisticados americanos como THAAD o Aegis incluidos, son incapaces de interceptar estos misiles hipersónicos que pueden maniobrar en la trayectoria como otros sistemas hipersónicos como Avangard o Circón ya puestos en el servicio operativo.

Es evidente que el lanzamiento de este nuevo sistema de armas capaz de alcanzar cualquier objetivo en el territorio europeo es una alusión muy clara a los aliados europeos de la OTAN. Pero el mero hecho de la existencia de este tipo de las cabezas introduce el nuevo concepto de la disuasión no nuclear. Imaginemos que pueden hacer 10 o 15 ojivas de este tipo puestas en otro portador como “Sarmat” por ejemplo, de un alcance intercontinental de hasta 15 mil kilómetros. La advertencia de Putin fue muy dura: “Tienen que recordar que habrá una respuesta a cualquier provocación”.

 

Mientras tanto siguen los ataques de gran escala con los misiles convencionales de diferentes tipos y drones de largo alcance contra los objetivos militares, infraestructura energética y las plantas de industria de defensa. Paulatinamente Ucrania está cayendo en oscuridad.

 

Y otro comentario muy corto relacionado con este tema. El objetivo de impacto por Oreshnik fue la antigua planta aeroespacial soviética “Yuzhmash” donde en su tiempo fabricaron misiles intercontinentales como el muy famoso SS 20 “Satana”. Con la desaparición de la Unión Soviética perdieron muchas competencias, pero mantuvieron algunos para intentar de fabricar unos cohetes mucho más simples. La gran ventaja de esta planta fue su capacidad de resistirse a los eventuales ataques nucleares. La destrucción de las naves subterráneas bien protegidas y situadas en la profundidad demuestra que contra este misil igual como contra  otro misil hipersónico aero balístico “Kinzhal” lanzado del avión MIG 31K no se puede esconderse ni en el búnker más profundo.

 

Estoy completamente de acuerdo de que en el proceso del desarrollo del conflicto en y alrededor de Ucrania se queda más y más evidente que el papel de Europa es cada vez más miserable. No solo es que los Estados Unidos están resolviendo sus problemas económicos y financieros a coste de Europa, robando y destruyendo su economía basada en hidrocarburos baratos rusos, obligando al capital e industrias europeos huir a los EE. UU., sino tratando ahora de poner todo el peso de apoyo y financiación de Ucrania a los hombros europeos. Cuando vemos o escuchamos los lideres europeos no deja la sensación que esta gente viven en otro mundo y no tienen ninguna responsabilidad por sus países. Hablan tanto del uso sin limites de sus misiles contra los objetivos en el territorio ruso, del empleo de las fuerzas armadas europeos en Ucrania, de la escalada allí que en algún momento se empieza a preocuparse de su salud mental. Ha llegado el momento de pensar del futuro de Europa en el caso de la respuesta real rusa a estas amenazas. Llega a la memoria la resolución de la crisis del Caribe en el 1962. Los lideres de EE. UU. y la URSS fueron la gente seria con la experiencia del combate real durante la II Guerra Mundial y entendieron perfectamente las consecuencias posibles del conflicto nuclear entre superpotencias.

 

Y lo último. ¿Quién gana? Claro que el quien pierde más es Ucrania. Aún más que no es un sujeto, sino un objeto de esta guerra. Todas las decisiones se toman en otras capitales, Washington y Londres en primer lugar. Y esto a pesar de que llevan el peso principal de la guerra “en tierra”. Ucrania esta perdiendo la guerra a despecho de toda la ayuda de más de 50 países. Al mismo tiempo tenemos el gran respeto a nuestro adversario. Al fin y al cabo, rusos y ucranianos son de hecho la misma nación. Y todas las características fuertes de los soldados rusos demostrados durante siglos en el campo de batalla: resistencia, firmeza, coraje, disposición a luchar hasta el final y sacrificio son inherentes también a la gente ucraniana.

Al mismo tiempo las famosas tácticas y estrategias bien publicitadas de la OTAN no impresionaron mucho. A veces son teorías puras de los teoréticos del despacho sin experiencia real del combate. En realidad, ni EE. UU., ni países de la OTAN no tuvieron la experiencia real de combate contra el adversario del igual o comparable potencial bélico. Los famosos tanques Abrams o Leopardo arden perfectamente en las estepas ucranianas. Los planes preparados por los oficiales de la OTAN fallan en el choque con las tropas rusas. Claro que en cualquier guerra no hay solo éxitos. Al fin y al cabo, somos todos humanos, y soldados y generales. Se encuentran tontos por ambos lados del frente del combate, igual como fallos de planificación y preparación de las operaciones. Tampoco se descartan tanto el trabajo de la inteligencia, como la traición trivial. Lo que sí, se puede considerar como el lado fuerte del ejercito ucraniano es la recepción de los datos de los satélites y otras fuentes de reconocimiento en tiempo real y los sistemas de comunicación, todos proporcionados por la OTAN.

 

Los Estados Unidos si están ganando en el plan de que consiguieron obligar a todos los aliados suyos de vaciar sus almacenes militares, así como vaciaron también los suyos y ahora la industria militar americana está trabajando al máximo para reemplazar lo suministrado a Ucrania.

 

Las perspectivas de la resolución del conflicto son de momento muy flojas a pesar de mucho ruido sobre este tema. Como he dicho antes la congelación o alto del fuego están descartados por completo. Los planes del arreglo que circulan son muy lejos de la realidad y necesitan mucho trabajo y negociaciones en el futuro.

 

En cuanto a Rusia, no tiene ninguna prisa, es ahora mucho más fuerte económico y militarmente y puede aguantar tanto hostilidades en el frente del combate, como la confrontación con la OTAN y otros desafíos actuales.


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