El sociólogo francés Pierre Bourdieu analizó la inmigración a través del concepto de capital social y cultural. Para él, los inmigrantes llegan con capitales específicos que pueden ser subvalorados o ignorados en la sociedad de acogida, pero son fundamentales para su integración social, que debe enmarcar - a mi modesto juicio- en los programas de los partidos políticos. Una de sus frases más pronunciadas: "La integración de los inmigrantes depende de cómo se valoren sus recursos simbólicos en los campos económicos y sociales donde operan."
La conclusión de Bourdieu nos lleva necesariamente al tema de La participación de los inmigrantes en la política de los países de acogida, un tema de creciente importancia en el caso de España, dado el papel significativo que juegan los inmigrantes en la sociedad y la economía española. Sin embargo, los inmigrantes tienen en la actualidad espacios de participación muy testimonial en la política española, los partidos políticos evitan la visibilidad de los inmigrantes en sus filas con cargos de responsabilidad, y permiten lo justo en las listas electorales, y mucho menos en cargos públicos.
España ha sido, desde finales del siglo XX, un importante receptor de inmigrantes, en su mayoría provenientes de América Latina, África y Europa del Este. Según datos recientes, la población extranjera en España representa alrededor del 10% de la población total, una cifra que subraya la relevancia de su necesaria inclusión en la esfera política. Sin embargo, a pesar de su peso demográfico, y a diferencia de algunos países de la UE, los inmigrantes tienen una participación testimonial en la política, y en los órganos de los partidos políticos tanto de la derecha como de la izquierda.
A nivel legal, la legislación española solo permite votar en elecciones municipales a los extranjeros de países con acuerdos de reciprocidad. Esto deja fuera a muchos inmigrantes que, aunque residen en España de manera estable y contribuyen a la sociedad, no tienen derecho a votar en las elecciones generales ni en las autonómicas. Esta exclusión ha profundizado el vacío de representación de los inmigrantes en el ámbito político nacional, aunque algunos partidos, especialmente de izquierda han intentado abordar mediante la creación de espacios testimoniales o más bien exóticos de participación.
No obstante, esta participación limitada de los inmigrantes en la política nacional tiene implicaciones ambivalentes. Por un lado, ofrece una representación simbólica que visibiliza a los inmigrantes y sus inquietudes en la arena política, lo que puede ser un primer paso hacia una integración más plena. Por otro lado, al tratarse de una participación más simbólica que efectiva, corre el riesgo de reducirse a un gesto superficial sin un impacto real en la toma de decisiones o en la creación de políticas inclusivas.
Los inmigrantes enfrentan varios retos en su intento por integrarse en la vida política de España, los partidos políticos evitan su visibilizacion, y se limitan a proporcionarles una presencia simbólica por temor a la masa mayoritaria de los votantes autóctonos poco o nada sensibilizados con la presencia visible de los inmigrantes en las instituciones, barrera que solo se puede superar con la creación de redes de apoyo y de representación en los partidos políticos y promocionar su capacidad para ejercer influencia en la política española.
A nivel social, persisten actitudes xenófobas y racistas en algunos sectores de la sociedad, lo que se traduce en una desconfianza hacia la participación de inmigrantes en la política. Esta resistencia puede hacer que los inmigrantes se sientan excluidos o poco incentivados a participar activamente en la vida política del país. En respuesta a estos desafíos, los partidos políticos deben intentar desarrollar programas de sensibilización dirigidos a sus militantes, con el objetivo de facilitar la integración de los inmigrantes en los órganos de dirección de los partidos y en los procesos de decisión.
En los últimos años, algunos partidos han tomado medidas para incluir a los inmigrantes en sus estructuras internas y listas electorales. Los partidos de izquierda, como Podemos y el PSOE, han promovido la participación de inmigrantes en cargos internos y en campañas que visibilicen sus derechos, ocasionalmente han apoyado la creación de asociaciones y plataformas que buscan aumentar la participación política de los extranjeros en España. Sin embargo, esta participación sigue siendo marginal y se concentra mayoritariamente en el ámbito municipal, y muy testimonial en el ámbito nacional..
Otros partidos políticos, especialmente aquellos de tendencia más conservadora, han sido más reticentes a promover la participación política de inmigrantes. Esto responde, en parte, a una percepción generalizada entre sus votantes de que los inmigrantes representan una amenaza a la identidad cultural española, aunque también a intereses electorales en los que los inmigrantes no representan todavía un grupo clave de votantes.
El uso testimonial y exótico de los inmigrantes por los partidos políticos en España tiene varias repercusiones. En primer lugar, estos enfoques suelen limitar la percepción de la ciudadanía sobre la inmigración, simplificando sus complejidades y creando una imagen reduccionista de los inmigrantes como víctimas, problemas o elementos culturales. Esta percepción puede llevar a una polarización de la opinión pública, donde los inmigrantes son vistos desde posturas extremas sin un análisis crítico y realista de sus experiencias y contribuciones.
Esta instrumentalización de la inmigración para fines políticos promueve políticas públicas que no abordan de fondo las necesidades de los inmigrantes. La falta de una representación genuina en el discurso político implica que los partidos no suelen desarrollar programas integrales de inclusión y que las políticas migratorias pueden ser inconsistentes, cambiando según los ciclos electorales y sin tener en cuenta las realidades de la comunidad inmigrante.
Por último, la normalización del uso testimonial y exótico afecta la integración de los inmigrantes en la sociedad española, perpetuando una distancia entre ellos y la población local. Esta distancia puede incrementar la discriminación y el rechazo, al mismo tiempo que fomenta una visión de “nosotros contra ellos” en el debate político.
Para fomentar una participación más efectiva y menos testimonial de los inmigrantes en la política española, es fundamental llevar a cabo varias reformas y estrategias. Una propuesta relevante es ampliar el derecho al voto para incluir a inmigrantes residentes de larga duración, al menos en elecciones locales y autonómicas. Esta medida ya se ha implementado en algunos países europeos y podría replicarse en España, ampliando el acceso de los inmigrantes a los procesos de decisión que afectan a todos los ciudadanos.
La participación de los inmigrantes en los partidos políticos en España, actualmente limitada y en gran medida testimonial, representa un paso hacia la inclusión de sus voces en la vida pública. Para que esta participación sea efectiva y no solo simbólica, es necesario que tanto el Estado como los partidos y la sociedad civil trabajen en la creación de condiciones que permitan a los inmigrantes integrarse plenamente en la política española. La diversidad cultural de España exige una representación política que refleje esa realidad, y la inclusión de los inmigrantes en los procesos de decisión, y es fundamental para construir un proyecto común de sociedad verdaderamente democrática e inclusiva.
Principio del formulario
Con eso conviene recordar el proverbio popular :"Nadie es extranjero donde hay buena voluntad." O la célebre frase de Octavio Paz: Final del formulario "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla."
ESPECIAL DE LA HORA DIGITAL SOBRE EL 41º CONGRESO FEDERAL DEL PSOE