Es curioso que un día antes del 20 N, fecha en la que se desvanece en la ignominia el último de los militares africanistas embrutecidos y consagrados a un militarismo basado en la predominancia de gónadas masculinas y muy poca preparación, Mazón anuncia el fichaje de un militar de nuevo cuño, pleno de preparación y experto en gestión de cosas complicadillas cuya misión será poner las pilas a la administración para la reconstrucción del desastre acontecido con la famosa Dana. También debe planificar los cambios y trabajos necesarios para la prevención de los futuros desastres que, sin duda ninguna, están por llegar.
Por lo que he podido leer de su CV, este militar, Francisco José Gan Pampols, además de alcanzar el grado de Teniente General - lo máximo en el ejército por debajo del Rey - se ha forjado en la gestión y dirección de cosas serias, así que ya pueden los civiles bajo su mando ponerse las pilas. No creo que se conforme con el grado de profesionalidad y eficacia que los consejeros han mostrado hasta ahora, ni mucho menos.
Personalmente, me parece estupendo aprovechar el enorme talento acumulado en los últimos tiempos en el ejército español del que ya he dicho que es, con seguridad, la institución que más y mejor ha evolucionado con nuestra democracia. Aquellos que hoy en día llegan al generalato y altos mandos pueden codearse con seguridad con cualquier directivo de cualquier sector, sin duda ninguna.
Aprovechar ese talento depositado en el cuerpo militar es algo que los USA hacen con frecuencia y que, en países latinoamericanos, suele ser preludio de desastres y asonadas militares, pero España está preparada y, muy posiblemente bastante necesitada, para incorporar a esos gestores retirados a una edad muy productiva bajo cuyo mando la administración puede evolucionar y profesionalizarse muy positivamente.
Otra cosa será el grado de depresión que le pueda entrar al comprobar dónde se ha metido por querer ayudar y, sobre todo, los compañeros de viaje con los que está condenado a entenderse y a exigirles mucho más de lo demostrado hasta ahora. Sinceramente, no me lo imagino reuniéndose en un centro de gestión de crisis sin cobertura, esperando a que el otro acabe una comida en un plácido y desconectado limbo de húmedas intenciones o permitiendo que todo vaya según el azar le de a entender a cada quien..
General, mi más sentido pésame y mucha suerte, que ofrecerse voluntario para una misión peligrosa requiere que el Karma le eche una mano, sin duda.