Mientras nosotros coexistimos en nuestras miserias, puede que estemos ante el momento más preocupante de nuestra existencia generacional. Podemos estar más cerca que nunca del riesgo de una guerra nuclear, pero tanto gritar que viene el lobo puede que esté aquí y no nos hayamos dado cuenta. En esta entrevista en dos partes intentamos aproximarnos a una hora crítica denuestas vidas.
Segunda parte de la entrevista a Sergey Sisoev
Entrevista con Serguey Sisoev
Sergey Sisoev es un experto en política exterior y seguridad internacional que ha destacado como analista de los intereses estratégicos de Rusia y su impacto en la geopolítica global. Con una sólida formación académica y experiencia profesional en estudios internacionales, Sisoev se ha especializado en las dinámicas de la política exterior rusa y su relación con Occidente, especialmente en contextos de tensión como el conflicto en Ucrania. Su análisis se basa en un profundo conocimiento de la doctrina militar rusa, las políticas energéticas y las estrategias diplomáticas del Kremlin. Su capacidad para interpretar estas cuestiones lo convierte en una figura relevante en debates sobre seguridad global.
En esta reciente entrevista para La Hora Digital, Sisoev aborda una de las preocupaciones más alarmantes en el escenario actual: la posibilidad de que el conflicto en Ucrania derive en un enfrentamiento nuclear. Según su análisis, Rusia no considera que sea la culpable principal de las escaladas que se han producido en este conflicto. Sisoev argumenta que cada paso hacia la intensificación del conflicto ha sido impulsado por Occidente, particularmente por la introducción de armas más potentes en Ucrania. Este punto de vista refleja un a narrativa recurrente en el discurso oficial ruso, que tiende a responsabilizar a los Estados Unidos y sus aliados por la desestabilización en la región.
En este sentido, Sisoev menciona un desarrollo preocupante: la autorización por parte de potencias occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, para que Ucrania utilice misiles de largo alcance proporcionados por estos países contra objetivos dentro del territorio ruso. Este movimiento representa, según Sisoev, un cambio cualitativo en la naturaleza del conflicto, ya que trasciende las fronteras de los territorios en disputa y afecta directamente a Rusia. La respuesta de Rusia, señala Sisoev, ha sido ajustar su doctrina nuclear para considerar a los países que suministran estas armas como participantes directos en el conflicto. Este ajuste doctrinal implica que, si Ucrania utiliza dichos misiles contra el territorio ruso, Rusia podría ver justificadas represalias directas contra los estados proveedores, escalando así el conflicto hacia un nivel de riesgo global.
¿Estamos al borde de un conflicto nuclear?
La interpretación de Sisoev sobre la postura rusa sugiere que el riesgo de un conflicto nuclear está vinculado a las acciones de las potencias occidentales, pero también subraya que Rusia está adoptando una posición reactiva, más que proactiva, en su estrategia nuclear. No obstante, este argumento presenta matices complejos. En primer lugar, la doctrina nuclear de Rusia ya permite el uso de armas nucleares en caso de que el estado enfrente una amenaza existencial, lo que deja abierta la posibilidad de interpretación sobre lo que constituye tal amenaza. El suministro de armas avanzadas a Ucrania por parte de Occidente puede ser percibido como una provocación directa, pero también es una respuesta a la invasión y a las continuas hostilidades rusas en Ucrania.
Por otro lado, el hecho de que los misiles proporcionados sean empleados en ataques dentro del territorio ruso genera un nuevo dilema estratégico. Rusia puede considerar que estos ataques justifican una respuesta proporcional o incluso desproporcionada, lo que plantea un peligroso juego de escalada. Este escenario está plagado de incertidumbres, ya que los estados proveedores de armas podrían verse envueltos en el conflicto de manera directa si Rusia decide responder con ataques contra ellos.
La dinámica de acción-reacción
La entrevista de Sisoev ilustra cómo las dinámicas de acción-reacción entre Rusia y Occidente han profundizado el conflicto en Ucrania, transformándolo en un enfrentamiento más amplio entre potencias globales. Desde el inicio de la guerra, Rusia ha enmarcado su intervención como una respuesta a lo que percibe como amenazas a su seguridad nacional, mientras que Occidente ha justificado su apoyo a Ucrania como una defensa del derecho internacional y de la soberanía de los estados. Sin embargo, este intercambio de justificaciones ha llevado a una espiral de medidas y contramedidas, con consecuencias imprevisibles.
El permiso para utilizar misiles occidentales en ataques dentro de Rusia puede ser visto como un intento de aumentar la presión sobre Moscú, obligando al Kremlin a reconsiderar su estrategia militar. No obstante, Sisoev advierte que esta medida también tiene el potencial de desencadenar una respuesta catastrófica. La doctrina nuclear rusa revisada indica que cualquier ataque significativo en su territorio con armas occidentales podría interpretarse como una agresión directa por parte de los estados involucrados, lo que aumenta el riesgo de un enfrentamiento nuclear.
El papel de la diplomacia
En este contexto, el papel de la diplomacia se vuelve crucial para evitar una escalada que podría tener consecuencias devastadoras. La comunidad internacional enfrenta el desafío de establecer canales de comunicación que permitan reducir las tensiones y buscar soluciones negociadas al conflicto. La posición de Rusia, como lo expone Sisoev, resalta la necesidad de que Occidente considere cómo sus acciones pueden ser percibidas por Moscú. Por otro lado, también es esencial que Rusia reconozca el impacto de su propia política exterior en la generación de desconfianza y confrontación.
La entrevista de Sisoev pone de relieve que, aunque la guerra en Ucrania se desarrolla en un territorio limitado, sus implicaciones son globales. Las decisiones tomadas por las partes involucradas no solo afectan a los actores directos del conflicto, sino que también amenazan la estabilidad internacional. Ante esta realidad, resulta imperativo que las potencias globales encuentren formas de reducir las tensiones y deconstruir la narrativa de inevitabilidad que rodea a un enfrentamiento nuclear.
Biografía
Sergey Sysoev. ha sido representante en España del think tank ruso FUNDACIÓN ALEXANDER GORCHAKOV. Es investigador y analista autónomo especializado en temas de relaciones internacionales y política de seguridad y defensa
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad MGIMO de Moscú. PostGrado en la Academia Diplomática de Moscu.
Ingresó en la Carrera Diplomática 1978 donde permaneció hasta el año 1994. Estuvo destinado en las Embajadas de la URSS en Guyana y España. Participo como miembro de la delegación rusa en la Conferencia de la OSCE en Helsinki en 1992 y en la Conferencia de la OSCE sobre Mediterraneoen Palma de Mallorca en 1990. Su último puesto en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa en el Departamento del Desarme y Cooperación Internacional.
Como asesor, consultor y agente comercial ha mantenido relaciones profesionales con diferentes empresas y organismos oficiales tanto rusos, como españoles. Entre ellos Repsol, Iberdrola, Unión Fenosa, Soluziona, Socoin, Stream, etc., en España; Unión de Industrialistas y Empresarios de Rusia, Gobierno de la Región de Krasnodar, Gobierno de la Región de Kaliningrado, Ayuntamiento de la Ciudad de Sochi, Corporación unificada de astilleros de Rusia, Gazexport, Sudoexport, etc.
Tiene numerosas publicaciones sobre los temas de la política internacional en las revistas especializadas. Miembro del Consejo Editorial de los Cuadernos Iberoamericanos editado por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad MGIMO de Moscú.
Como colaborador mantiene relaciones con diferentes centros de análisis de la política exterior, tantos como Real Instituto Elcano, INCIPE, IEEE, SEI, ICEI en España; RIAC, IIS de Rusia.
Es colaborador de La Hora Digital.