Somalilandia, una excepción africana en el Cuerno de Africa
El autoproclamado estado de Somalilandia celebrará el 13 de noviembre elecciones presidenciales y legislativas, las cuales han sido pospuestas en varias ocasiones (1). El presidente Muse Bihi Abdi se postulará para un segundo mandato de cinco años, lo que podría poner fin a un período de gran incertidumbre para los aproximadamente 4,5 millones de habitantes del país.
Estas serán las cuartas elecciones presidenciales mediante sufragio universal, aunque en los últimos años han enfrentado varios obstáculos. El presidente Bihi, cuyo mandato debía finalizar en 2022, justificó la postergación de los comicios alegando razones técnicas relacionadas con la organización y secuencia electoral (2), en particular, la necesidad de clarificar el calendario entre elecciones partidarias para evitar conflictos y asegurar una transición ordenada.
Este aplazamiento generó tensiones entre el gobierno y la oposición, quienes acusaron a Bihi de utilizar los retrasos para mantenerse en el poder de forma indebida. Las protestas resultantes y la presión internacional llevaron a Somalilandia a enfrentar un estancamiento en su proceso democrático. Tras varios intentos fallidos de mediación entre el gobierno y la oposición, la Cámara de los Ancianos (Guurti (3)) extendió el mandato del presidente por dos años y el suyo propio por cinco, lo que generó nuevas críticas por parte de la oposición, que acusó a la Cámara de facilitar la permanencia de Bihi en el poder más allá de su mandato.
Las protestas en contra del aplazamiento de las elecciones presidenciales de 2022 fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad (4), resultando cinco personas fallecidas y cientos de heridos, lo que puso en riesgo la imagen de Somalilandia, como un país consolidado con la estabilidad y la democracia.
A principios de 2024, el Guurti aprobó una nueva ley electoral que permite la celebración simultánea de elecciones presidenciales y de partidos políticos por primera vez. Los partidos de la oposición han respaldado esta ley, considerándola un paso crucial hacia la igualdad de condiciones en las próximas elecciones presidenciales.
CANDIDATOS Y PARTIDOS POLITICOS
En las próximas elecciones presidenciales de Somalilandia, los principales candidatos representan a los tres partidos políticos dominantes del país: Muse Bihi Abdi (Partido Kulmiye), actual presidente y candidato a la reelección. De tendencia nacionalista, su plataforma destaca la estabilidad y el desarrollo económico de Somalilandia. Abdirahman Mohamed Abdullahi “Irro” (Partido Waddani), progresista, centra sus propuestas en la transparencia gubernamental y las reformas políticas y Faysal Ali Warabe (Partido UCID), liberal, promueve la justicia social y el fortalecimiento de la democracia en el país.
CONTEXTO HISTORICO
Un grupo de arqueólogos españoles desentierra en solitario los secretos de Somalilandia, el país que no existe (5)
La región que hoy ocupa Somalilandia tiene una historia que se remonta a miles de años, con evidencia de asentamientos humanos desde el Neolítico. Las pinturas rupestres de Laas Geel, de esta época, son esquemáticas y representan escenas de caza, similares a las encontradas en el levante de la Península Ibérica. Sin embargo, también presentan elementos únicos, como animales poco comunes en la región, lo cual sugiere la existencia de un intercambio cultural y comercial en aquella época.
En la antigüedad, se considera que Somalilandia pudo haber formado parte del mítico Reino de Punt, una civilización que comerciaba con el Antiguo Egipto y otras potencias del Mar Rojo y el Océano Índico. Las ruinas de antiguas ciudades portuarias, como Zeila y Berbera, sugieren que la región fue un importante centro de comercio, conectando el este de África con la península arábiga y Asia. Durante la expansión del Islam en el siglo VII, Somalilandia se convirtió en una región predominantemente musulmana. Con el tiempo, surgieron varios sultanatos islámicos en la zona, los cuales jugaron roles significativos hasta la llegada de los imperios coloniales europeos en el siglo XIX. Estos sultanatos fueron conocidos por su resistencia a las incursiones extranjeras y por mantener redes comerciales en el Cuerno de África.
Desde finales del siglo XIX, Somalilandia se ha distinguido de Somalia. Fue un protectorado británico hasta 1960, un territorio bajo una jurisdicción limitada del Reino Unido, antes de obtener la independencia por tan solo cinco días. En ese momento, se fusionó con la actual Somalia, que estaba bajo dominio italiano. El primer ministro de la Somalilandia Británica, Ibrahim Egal, se integró en el gobierno de la nueva república de Somalia, llegando a ser primer ministro en 1967, aunque fue depuesto en un golpe de Estado en 1969.
En la década de 1980, el Movimiento Nacional Somalí (SNM) surgió en Somalilandia y, tras el derrocamiento del dictador militar Siad Barre en 1991, declaró la independencia de la región, estableciendo a Hargeisa como su capital. En los siguientes diez años, el SNM redactó una nueva constitución, que fue aprobada mediante referéndum en 2001. Hoy, Somalilandia cuenta con su propia moneda, ejército, emite sus propios pasaportes, y celebra sus propias elecciones, las cuales han sido observadas y valoradas positivamente por socios internacionales, como la Unión Europea.
Tras la independencia, Somalilandia ha intentado expandir su control sobre las regiones de Sanaag y Sool. Tropas del coronel Abdullahi Yusuf (6) han lanzado varias incursiones para defender estas áreas, que consideran parte del estado de Puntland. Somalilandia busca mantener su independencia, pero sin Sanaag y Sool carece del territorio necesario para asegurar su viabilidad económica.
El legado pacífico de Somalilandia en la resolución de disputas entre clanes se ha visto afectado bajo la dura represión de manifestantes por el gobierno de Bihi.
Desde principios de 2022, diferentes conflictos han afectado la región de Sool. El 6 de febrero de ese año, las tensiones aumentaron cuando los ancianos de la región, incluyendo la ciudad de Las Anod, declararon su apoyo al gobierno federal de Somalia y pidieron la retirada de las tropas de Somalilandia. Poco después, una milicia local tomó la base de Goojacade en Sool, provocando una violenta represión por parte del gobierno de Somalilandia que resultó en la muerte de unos 20 manifestantes en diciembre.
La situación se agravó en febrero de 2023 cuando los líderes del clan Dhulbahante anunciaron su intención de formar un estado federal dentro de Somalia llamado SSC-Khaatumo, lo que intensificó los enfrentamientos con Somalilandia, dejando cientos de muertos y desplazando a unas 185,000 personas.
CONTEXTO GEOPOLITICO
Desde su declaración de independencia en 1991, Somalilandia ha operado como un estado autónomo dentro del noreste de África, manteniendo un relativo orden y estabilidad interna en comparación con el resto de Somalia. Sin embargo, esta estabilidad no le ha valido el reconocimiento formal como estado soberano en la comunidad internacional, que teme abrir un precedente para otras situaciones similares. La falta de reconocimiento limita su acceso a recursos financieros y obstaculiza su participación en foros y alianzas diplomáticas formales. Esta situación le impide acceder a la ayuda económica internacional directa, lo que representa un desafío significativo para su desarrollo económico y posicionamiento en el escenario global.
Pese a las restricciones, Somalilandia ha desarrollado relaciones informales con países vecinos como Etiopía y Djibouti, que reconocen su estabilidad y la importancia de su posición geográfica para el comercio y la seguridad regional, pero ninguno de ellos ha avanzado en su reconocimiento formal. Somalia y Somalilandia reanudaron en 2021 el diálogo sobre la independencia, declarada en 1991 y rechazada por Somalia. A pesar de anteriores fracasos en las negociaciones, el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, junto con funcionarios de EE. UU. y la UE, lograron que los presidentes de ambos territorios se reunieran en Djibouti. Aunque no se alcanzaron avances significativos en la soberanía, la reanudación del diálogo sienta una base para cooperar en temas técnicos, como la ayuda internacional, la gestión del espacio aéreo y la seguridad.
Esta situación en el “limbo” no ha impedido a varios actores internacionales, como la Unión Europea (UE), mantener relaciones con el gobierno de Hargeisa. El Reino Unido, mantiene un enfoque pragmático hacia Somalilandia, motivado por su interés en la estabilidad marítima y una comunidad somalí significativa en su territorio.
La ubicación de Somalilandia en el Cuerno de África, un cruce vital para el comercio marítimo entre Europa, Asia y África ha atraído el interés de potencias globales y regionales, que compiten por su influencia en esta región. Estados Unidos (EE.UU.) ve a Somalilandia como un aliado para contrarrestar la creciente influencia china y como un socio estratégico en la lucha contra el terrorismo en África Oriental. China, por su parte, intenta integrar a Somalilandia y al Cuerno de África en su Iniciativa de la Franja y la Ruta, aunque se opone a su reconocimiento internacional. Taiwán ha establecido relaciones diplomáticas con Somalilandia como parte de su estrategia para aumentar su visibilidad internacional y reducir su aislamiento frente a la presencia china en África. Rusia, aunque con menor presencia, ha fortalecido lazos económicos y políticos con varios países de la región como Etiopía, Eritrea, y Uganda, consolidando su presencia política en esta zona crítica.
El Cuerno de África, un tablero regional donde se dirime la política global
Potencias regionales como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos ven en Somalilandia una oportunidad para expandir su influencia. Egipto, Turquía e Irán también buscan consolidar sus lazos en la región, intensificando las rivalidades. La competencia entre Emiratos Árabes Unidos y Turquía, en particular, se ha acentuado, utilizando cada uno la región como plataforma para sus intereses comerciales y energéticos. Turquía, que apoya explícitamente la unidad de Somalia, ha realizado importantes inversiones y establecido en territorio somalí bases militares, lo que complica aún más la situación para Somalilandia, que debe equilibrar alianzas y rivalidades para asegurar el apoyo político y el acceso a los recursos.
CONTEXTO GEOESTRATEGICO
La República de Somalilandia es un Estado con reconocimiento limitado (7), que a nivel internacional sigue siendo considerada parte de Somalia. Somalilandia tiene al norte el golfo de Adén, al este el estado somalí de Puntlandia y Somalia, al sur y suroeste Etiopía, y al oeste Yibuti. Tiene una superficie de 176.120 km² y una costa de 740 km, en el Golfo de Adén
La posición de Somalilandia es estratégica, ya que se encuentra en una de las rutas de comercio marítimo más transitadas del mundo, que conecta el océano Índico con el mar Rojo y el canal de Suez. Este corredor marítimo es fundamental para el comercio global, especialmente para el tránsito de petróleo y gas. Su proximidad al estrecho de Bab el-Mandeb convierte a Somalilandia en un punto de interés militar y económico para las potencias que buscan proteger sus rutas comerciales en la región.
A diferencia de Somalia, que enfrenta graves desafíos de piratería y terrorismo, Somalilandia ha logrado mantener una relativa estabilidad y seguridad en sus costas. Esto ha llevado a actores internacionales, especialmente en el ámbito marítimo, a reconocer su importancia en la lucha contra la piratería en el golfo de Adén. La seguridad que Somalilandia ofrece resulta atractiva tanto a nivel regional como para los actores globales que dependen del comercio marítimo.
Para fortalecer aún más la seguridad marítima y el control sobre las rutas de comercio y energía, los Emiratos Árabes Unidos y DP World (8), del Sultán Ahmed bin Sulayem, están realizando importantes inversiones en el desarrollo del puerto de Berbera. Una infraestructura logística que facilitará el acceso a rutas comerciales clave en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Este puerto no solo es estratégico para el tránsito de mercancías, sino que también apoya la presencia militar y económica de Emiratos Árabes Unidos en la región, consolidando su posición.
Somalilandia busca atraer inversiones extranjeras y capitalizar su estabilidad, permitiendo la exploración de sus recursos naturales, como el petróleo y gas, por empresas internacionales. Esta estrategia busca fortalecer su economía y posicionarse como un socio comercial atractivo en la región, a pesar de la falta de reconocimiento oficial. Sin embargo, La entrada de empresas extranjeras también genera dependencia y cierto grado de pérdida de control sobre los recursos nacionales, una concesión necesaria en sus intentos de generar crecimiento económico y empleo en el país.
ECONOMIA, SOCIEDAD Y RECURSOS
Desde su declaración de independencia, Somalilandia ha enfrentado importantes desafíos económicos, especialmente en cuanto a inversión e infraestructura. Su economía depende principalmente de la exportación de ganado —ovejas de cola gruesa y camellos—, especialmente hacia los estados del Golfo. No obstante, el país posee recursos naturales no explotados, como reservas de petróleo, carbón y piedras preciosas, además de abundantes recursos pesqueros.
La diáspora somalí juega un papel crucial en la economía, ya que las remesas son una fuente importante de ingresos para la región. Existen comunidades significativas en EE. UU, Reino Unido, Australia, Emiratos Árabes Unidos y en países como Suecia, Noruega, Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Finlandia, entre otros.
En 2016, los Emiratos Árabes Unidos firmaron un contrato de 30 años valorado en casi 500 millones de dólares, para gestionar el puerto de Berbera, considerado uno de los activos estratégicos del Cuerno de África. La expansión del puerto se complementa con la construcción de una red de carreteras que conecta con Etiopía, un país sin salida al mar y en proceso de industrialización, con más de 100 millones de habitantes y uno de los principales socios comerciales de Somalilandia. El proyecto generará empleo para la juventud del país, donde el 70% de la población tiene menos de 30 años.
Las autoridades creen que la combinación de infraestructura (incluyendo el puerto, el corredor de Berbera, una zona franca y un aeropuerto internacional), permitirá satisfacer las crecientes necesidades logísticas de la región, promoviendo el desarrollo económico y la estabilidad en Somalilandia y sus vecinos.
La sociedad de Somalilandia es conservadora y se basa en fuertes estructuras de clanes. Aunque la región ha experimentado décadas de conflicto, ha logrado cierta estabilidad en comparación con el resto de Somalia. Esto ha permitido a sus habitantes establecer una economía local, principalmente centrada en la ganadería y el comercio. A pesar de los desafíos, Somalilandia ha desarrollado un fuerte sentido de identidad e independencia. La mayoría de la población de Somalilandia pertenece a grupos étnicos somalíes, especialmente al clan Isaaq, que predomina en esta región. Otros clanes importantes incluyen los Dir y los Harti, así como algunos grupos minoritarios de origen árabe. Estos clanes tienen una gran influencia en la vida política y social y, desempeñan un papel importante en la estructura de la sociedad.
La religión mayoritaria en Somalilandia es el Islam, específicamente el Islam suní de la escuela shafi'i (9). La identidad religiosa es un aspecto central de la vida social y cultural, influyendo en muchas áreas, desde el sistema educativo hasta las leyes, que se rigen parcialmente por la sharía. La mayoría de la población es profundamente religiosa y conserva tradiciones islámicas que influyen en las normas sociales y educativas.
SEGURIDAD, TERRORISMO (10) Y CRIMINALIDAD ORGANIZADA (11)
El Estado Islámico en Somalia (EI-S), con base en las montañas del noreste de Puntlandia (norte de Somalia y fronterizo con Somalilandia, se ha convertido en una amenaza real para la seguridad regional. Su emir, Abdulqadir Mumin, ha surgido como una figura clave en el liderazgo mundial de los Estados Islámicos. Este grupo ha ganado influencia frente a su principal rival, Al-Shabaab, destacándose como centro logístico y financiero clave para las redes en Africa, consolidándose como un actor importante por su capacidad de generar ingresos, principalmente a través de extorsiones. EI-S ha enviado fondos a sus filiales en África e incluso Afganistán, fortaleciendo su influencia tanto en Somalia como en la región.
A medida que el Estado Islámico pierde terreno en Siria e Irak, el grupo ha incrementado su presencia en África. El surgimiento de Mumin como potencial líder global sugiere que el EI-S podría desempeñar un papel más amplio en el movimiento yihadista. No obstante, aunque el EI-S tiene un impacto considerable, su amenaza para la seguridad en Somalia es limitada en comparación con la de su rival yihadista Al-Shabaab, afiliado de al-Qaeda.
En este contexto, el crecimiento del EI-S podría afectar a la seguridad de Somalilandia debido al conflicto latente en la región de Soon, limítrofe con Puntlandia. La expansión del Estado Islámico en esta área podría generar una amenaza latente de incursiones o intentos de expansión. Además, las tensiones entre el El-Somalia y Al-Shabaab, junto con las respuestas de las autoridades, podrían empujar a algunos combatientes a buscar nuevos territorios, desplazando el conflicto hacia Somalilandia.
Desde un punto de vista económico, las redes de extorsión y financiación del Estado Islámico podrían impactar indirectamente en la economía de Somalilandia, desviando recursos o limitando la inversión. Además, un aumento de la influencia del EI-S podría motivar a socios internacionales a involucrarse más en la región, comprometiendo la autonomía de Somalilandia.
CAMBIO CLIMATICO Y MIGRACIONES
Somalilandia: una bomba de relojería climática (12)
Somalilandia, enfrenta desafíos climáticos severos que se agravan por la crisis climática global. Con un ecosistema ya frágil, dependiente en gran medida de las lluvias erráticas, esta región es particularmente vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos. Además de los efectos directos del cambio climático, la situación se ve exacerbada por factores socioeconómicos como la pobreza, la dependencia agrícola y la falta de infraestructura. A ello se suma la falta de reconocimiento internacional de Somalilandia, lo cual limita su acceso a fondos y programas globales de asistencia, como el Fondo Verde para el Clima y las iniciativas de la ONU, así como a recursos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional. y el Banco Mundial.
El cambio en los patrones de precipitación es notable. Las lluvias, que antes se concentraban de abril a junio y de octubre a diciembre, ahora son irregulares, con eventos intensos en cortos períodos seguidos de largas sequías, lo cual causa inundaciones y la pérdida de suelos fértiles. Las temperaturas medias anuales han aumentado, y se espera que para mediados de siglo experimenten un incremento adicional de entre 1,5 y 2°C, lo que afectará la disponibilidad de agua y agravará la desertificación.
La economía depende en gran medida de la agricultura y el pastoreo. Aunque el sector agrícola representa aproximadamente el 15% del PIB, la desertificación y las sequías reducen las tierras cultivables al 3%, a lo que se suma la escasez de insumos y la limitada tecnología de riego, afectando gravemente a la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. Además, las exportaciones de ganado, que constituyen la principal fuente de ingresos del pais, también dependen de lluvias impredecibles y de una infraestructura insuficiente para la gestión del agua, el almacenamiento de alimentos y el transporte, aumentando la vulnerabilidad del sector.
A pesar de estos desafíos, Somalilandia esta implementado medidas de adaptación, como el uso eficiente del riego y la captación de agua de lluvia, aunque la falta de recursos limita su impacto. Las autoridades locales destacan la necesidad urgente de programas de reforestación, manejo sostenible de tierras y energías renovables, que reducirían el impacto ambiental y crearían nuevas oportunidades de empleo.
MIGRACIONES Y TENSIONES SOCIALES
La escasez de agua, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los suelos han obligado a más de 600.000 personas a abandonar sus tierras en un territorio de poco más de cuatro millones de habitantes, lo que ha generado migraciones internas y externas. La falta de empleo alternativo y el incremento de la migración juvenil hacia las ciudades intensifican las tensiones sociales y los conflictos por los recursos básicos.
Para las mujeres y niñas que viven en Somalilandia, la vida es extremadamente difícil. Se estima que el 98 % de ellas ha sufrido mutilación genital femenina y las decenas de miles de mujeres y niñas que residen en campamentos para desplazados internos, se enfrentan un riesgo constante de violencia.
Las autoridades de Somalilandia advierten que el desempleo juvenil, acentuado por el abandono de las explotaciones agrícolas familiares, es un factor clave en la creciente inestabilidad social y política del país, que contribuye también a la migración y al extremismo en la región.
La crisis en Somalilandia es, además, una advertencia mundial: según el Banco Mundial, si no se adoptan medidas, el cambio climático podría forzar a 140 millones de personas en las zonas más pobres del planeta a emigrar para 2050xiii.
NOTAS
- Centro Africano de Estudios Estratégicos
- https://www.theelephant.info
- Guurti. Formado por ancianos indígenas.
- Crisis Group.org
- Equipo del CSIC de Alfredo González Ruibal
- Pertenece a uno de los seis clanes mayores de Somalia, el Darod. Comandante del ejército en los 60 estudió en Italia y en la URSS.
- Territorio cuya soberanía no está reconocida internacionalmente a pesar de ser administrado por algún organismo autónomo.
- https://www.dpworld.com/
- Una de las cuatro escuelas de jurisprudencia religiosa del Islam.
- https://observatorioterrorismo.com/terrorismo-internacional
- https://www.crisisgroup.org/africa/horn-africa/somalia
- https://www.bancomundial.org