Hace unos días un número quedó adherido en un rincón muy profundo dentro de mi. Mis queridos Cinéfilos, el cine la gran mayoría de veces es un ejercicio de evasión maravilloso y absolutamente saludable, pero hay otras veces que el cine no sólo entretiene si no que también educa y otras tantas denuncia. Por eso el documental "7291" es un ejercicio audiovisual necesario para dignificar, sanar , y transformar al que lo ve, al que lo vivió y al que para vergüenza personal ejecutó ciertas decisiones que transformaron a miles de personas en un triste epílogo protagonizado por la “parca”
Vivimos tiempos oscuros en los que un grupo de individualistas compuesto por hombres y mujeres que juegan como chiquillos a ser políticos, en una era donde el libertinaje, la mentira y las oscuras prácticas son aplaudidas por otras gentes que claramente se comportan por imitación y no por la inteligencia que normalmente se sobreentiende para el Homo Sapiens. La realidad para estás malas gentes nace de la Matrix, que deseosos de sentirse contemporáneos anhelan dejar todo al mando (incluso de sí mismos) a una IA que tomara decisiones impersonales algorítmicas en pro del supuesto bien común.
"7291" son aquellas almas que sin ningún reparo fueros entregadas al sueño eterno , por la incapacidad absoluta de priorizar algo que debería ser de sentido común, salvar vidas , salvar padres, madres, hermanos y hermanas, que podrían haber tenido una oportunidad frente al terrible COVID , porque efectivamente estábamos en una pandemia sin precedentes a nivel mundial , el miedo y la incertidumbre era inevitable que se apoderarán de todos nosotros, por eso los protocolos y la burocracia ante circunstancias excepcionales deberían haber sido mucho más eficaces , o mejor aún , inexistentes, ya que lejos de ser efectivas, son innecesarias, inservibles y tremendamente confusas . El Cineasta y documentalista Juanjo Castro sabe de manera muy solvente poner voz a esas carencias sociales, y este imprescindible documental de carácter divulgativo así lo demuestra una vez más . A lo largo de esta pieza uno se sube encima de la montaña rusa de los horrores, y somos testigos gracias a la comisión de investigación, del testimonio de responsables de los protocolos médicos ,las caras de las direcciones geriatrías y las lágrimas de los usuarios de mencionados centros . En una era donde la comunicación es absolutamente tan sencilla y accesible, se ha vuelto tremendamente ineficaz por razones que no logro a comprender. ¿Porqué los más vulnerables ante estas circunstancias tan extraordinarias, fueron los menos protegidos?¿Porqué fueron los más maltratados? ¿Porqué el débil debe quedar en el olvido, cuando la coherencia humana , la moral y las creencias religiosas abogan por todo lo contrario? Muchos porqués sin respuesta.... En este circo los políticos se transforma en paladines de mentiras , contadas como verdades,(como si al unísono tararearan aquella famosa canción infantil *vamos a contar mentiras tralarara") la incompetencia se viste con ropas de eficacia académica y nuestros mayores se metamorfosean en monedas que se entregan a Caronte frente a la laguna estigia, como si se un retrato Kafkiano se tratase.
Una vez más después de mucho indagar , los poderosos se esconden es su ancestral cortina de humo para emborracharse con las lágrimas del más humilde....
¿Saben porque hay que ver este documental? Porque lejos de hacer hincapié en su valor audiovisual y darle una nota específica como crítico, hoy en estas líneas sobran estos análisis , en pro de algo mucho más importante, y es que estos 7291 víctimas de una sociedad deshumanizada y una clase política podrida, deben ser recordadas , porque esos mayores construyeron para nosotros una sociedad mejor , y lamentablemente se les pagó con el más terrible de los silencios. Sepan ustedes que hemos fracasado como sociedad, como habitantes de este planeta. Pues damos permiso para que los tontos nos gobiernen, las vidas cuesten menos que cero . Saben lo más devastador de esta circunstancia, que aquellos que fueron abandonados, perdonaron a sus verdugos , porque ellos una vez más , incluso en la muerte , fueron mejores. Demos voz a estas películas que cuentan verdades y deseemos fervientemente que a los bebedores de lágrimas que se hacen llamar "políticos", (de los cuales dudo que sepan el significado real de esa palabra) les cojan el gusto a beber mierda , pues es el único elixir digno para sus "inteligentes" bocas.
7291 preciosas almas que Jamás serán olvidadas.