publicidad

"Se cansa uno de todo, menos de comprender..." Anatole France

ESPECIAL 35 ANIVERSARIO CAÍDA MURO DE BERLÍN

El colapso del orden internacional surgido en 1989

El colapso del orden internacional surgido en 1989

Hace ahora 35 años caía el Muro de Berlín. Alemania se unificaba, Europa central y del Este abrazaban la democracia y la economía de mercado, y se ponía fin así a la Guerra Fría entre Occidente y el bloque comunista liderado por la Unión Soviética. Durante los años noventa del siglo pasado, se relanzó el sistema multilateral, con especial protagonismo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y la cooperación internacional. La OTAN y Rusia crearon el Partenariado por la Paz. Se reforzó también los procesos de integración regional, particularmente el europeo, con el Tratado de Maastricht de 1992 (moneda única, pilar de seguridad y defensa, etcétera). La geopolítica cruda y la competencia entre potencias aparecían entonces confinadas al baúl de la historia, se hablaba incluso del fin de la misma, y en todo caso se abrió una era de expectativas positivas sobre un futuro mejor.

Cruz de Castro Todos los muros terminan cayendo.


Sin embargo, “fast forward” al año 2024 y nos encontramos con un mundo extremadamente diferente al de 1989, y sobre todo geopolíticamente hostil, mucho más inseguro e inestable que el mundo bipolar de la Guerra Fría, y el que siguió a la caída del Muro de Berlín.  Un orden, el de la post-guerra fría, que ha colapsado definitivamente con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, con el remate final de la vuelta de Trump a la Casa Blanca en 2025.

 

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Y qué podemos hacer al respecto? El orden que surgió del colapso de la Unión Soviética y sus satélites a principios de los años 90 se caracterizó por:

 

- La primacía de Occidente y sobre todo de Estados Unidos.

- Ola de democratización en el antiguo bloque comunista y en el llamado Tercer Mundo, pero con excepciones notables: China.

- Globalización económica de corte neoliberal, reducción de la pobreza a nivel mundial, pujanza de las economías emergentes (China, Brasil, India), redistribución del poder económico. 

- Cooperación y multilateralismo frente a competición geopolítica.

- Debilitamiento de la competición ideológica izquierda-derecha.

- Profundización de la integración europea: Tratado de Maastricht (1992).

 

Pero este modelo tenía debilidades importantes:

 

- La economía de mercado y la democracia no siempre van de la mano (China, con el tiempo, Rusia)

- El fin del mundo bipolar no resolvía por sí mismo otros problemas y focos de conflicto: Afganistán y los talibanes, Israel-Palestina, Irán.

- La globalización favoreció a muchos países en vías de desarrollo, pero agravó los problemas ambientales (cambio climático), y las desigualdades sociales y económicas en los países del primer mundo (competencia fiscal, deslocalizaciones industriales, despoblación del mundo rural, etc.)

- Cambios tecnológicos con profundos efectos sociales y políticos: internet, telefonía móvil, redes sociales.

- Como consecuencia de los dos anteriores, mayor polarización política, reaparición de los nacional-populismos de extrema derecha, crisis de la democracia liberal: Orbán, Le Pen, Milei, Johnson, Trump.

- Creciente unilateralismo por parte los Estados Unidos, particularmente con George Bush junior (Salida unilateral del Tratado de Misiles Antibalísticos en 2002, invasión de Irak en 2003)

- Integración monetaria europea sin pilar fiscal y federalismo político limitado.

 

El deterioro del orden de la Post-Guerra Fría ha sido progresivo:

 

- 2001-2003. Ataques terroristas del 11 de septiembre y sesgo unilateral de la política exterior de los Estados Unidos.

- 2007-2014: Crisis financiera y económica, resultado de una creencia ciega en las bondades del libre mercado y la desregulación. 

- 2014: Primera agresión de Rusia a Ucrania. Anexión de Crimea.

- 2016: Referéndum en favor del Brexit y victoria de Trump en los Estados Unidos.

- 2020: Pandemia del coronavirus. 

- 2022: Invasión rusa de Ucrania.

 

Como consecuencia de todo ello, el sistema internacional actual se caracteriza por:

 

- Primacía económica y militar de los Estados Unidos en términos absolutos, pero pérdida de poder relativa frente a China.

- Carácter impredecible de la relación transatlántica.

- Retroceso del proceso de democratización en el mundo, y de la calidad de la democracia en el interior de los países.

- Aparición de potencias revisionistas de carácter autoritario que se oponen a la primacía occidental y al orden multilateral basado en reglas y surgido tras la II Guerra Mundial, en favor de lógicas de poder, y creciente cooperación entre las mismas: Rusia, China, Irán, Corea del Norte.

- Nuevas dialécticas: democracia-autoritarismo, tecnocracia-populismo.

- Re-equilibrio del poder económico mundial en favor del “Sur Global”.

- Importancia de los flujos migratorios y manipulación política de los mismos.

- Aceleración del cambio climático.

- Focos persistentes de inestabilidad: Sahel, Oriente Medio.

- Una Europa más integrada pero no lo suficiente y que pierde peso económico, competitividad, y capacidad tecnológica frente a Estados Unidos y China. 

 

Ante este panorama, la Rusia de Putin, la China de Xi Jinping, y los Estados Unidos de Trump, obligan a la Unión Europea a integrarse más rápidamente en su dimensión política, exterior, y de seguridad y defensa, es decir, a profundizar su proceso de federalización, y a implementar urgentemente las recomendaciones de los informes de Letta y Draghi, ya que sin un refuerzo de su capacidad económica y tecnológica, no puede garantizar su soberanía estratégica, para no depender en exceso de terceros en sectores y productos sensibles, ni proyectar eficazmente su acción exterior. El orden bipolar y la OTAN eximían a la UE de preocuparse por su propio sistema defensivo. También la era de cooperación internacional y primacía occidental, sobre todo de los Estados Unidos, que se abrió tras la caída del Muro de Berlín, pero que como se decía ha llegado a su fin.

 

Como dice Josep Borrell, Alto Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Europa ha de aprender a hablar el lenguaje del poder. Esto requiere también aumentar sus capacidades europeas de seguridad y defensa, para ser capaces de proyectar credibilidad a nuestros discursos y posicionamientos políticos, y estabilidad en nuestro entorno cercano, y hacer frente a al arco de inseguridad que rodea a Europa, desde el Golfo de Guinea y el Sahel, hasta el mar báltico.

 

El refuerzo de la integración política, y de la política exterior y de seguridad común es necesaria para preservar nuestros intereses como europeos, pero también para defender nuestros valores en el mundo: respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional, resolución pacífica de los conflictos, y el establecimiento de un modelo de economía social de mercado a nivel mundial que proteja la democracia. Solo Europa puede liderar esta visión de la gobernanza planetaria, y para ello ha de tener aliados. Europa debe mejorar interlocución entre Occidente y el Sur Global en particular, en torno a valores e intereses compartidos. 

 

No es fácil, como ha puesto de relieve la percepción negativa que se tiene en Asia, África y América Latina sobre la posición europea ante la guerra de Ucrania, por un lado, y el conflicto entre Israel-Palestina, por otro. Pero la pregunta que debemos hacer a nuestros amigos en el resto del mundo es la siguiente: ¿Qué les conviene más, un mundo dominado por la competición geopolítica entre potencias continentales, algunas de ellas autoritarias, o bien uno articulado sobre el sistema multilateral, la integración regional y la cooperación? Y la que debemos responder afirmativamente los europeos es si estamos dispuestos a reformar el sistema multilateral, dominado por Occidente, para re-equilibrarlo en favor de los países en vías de desarrollo y emergentes.

 

Si apostamos por lo segundo, Europa y todos los países de buena voluntad deben desplegar esfuerzos conmensurables a los ideales que pregonan.

 


MÁS ARTÍCULOS DE ESTE ESPECIAL 35 ANIVERSARIO DE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

 

Domènec Miguel Ruiz Devesa  es un consultor, economista y político español. Diputado en el Parlamento Europeo desde 2019 hasta 2024 dentro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.


INFORMACION SOBRE LA PROTECCIÓN DE TUS DATOS


Responsable: S.E.I. EDETRONIK. S.A

Finalidad: Envío de información solicitada, gestión de suscripción a la web y moderación de los comentarios.

Datos tratados: Comentarios: Datos identificativos (en el caso que te registres en la web) y comentarios.

Legitimación: Consentimiento del interesado.

Destinatarios: Utilizamos MDirector como plataforma profesional de envío de mails. Nos permite ofrecerte un servicio libre de SPAM y con total confidencialidad. Ellos únicamente almacenarán tu correo para poder realizar el envío.

Derechos: Puedes acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos que detallamos en el siguiente link

Información adicional En este link dispones de información adicional y detallada sobre la protección de datos personales que aplicamos en nuestra web.

CERRAR