Recordar, aunque no se hayan vivido aquellos tiempos. No dejar de mirar el pasado, aquel tiempo pretérito que durante décadas muchos quisieron borrar.
En el inicio de la II República, muchas mujeres y hombres se formaron en un espíritu libre, de igualdad, de valores humanos, y se convirtieron en maestras y en maestros que querían que sus alumnos pensaran por sí mismos, que pudieran hacer sus cuentas, leer sus contratos y ampliaran su cultura más allá de los arados y los campos, de las fábricas y el acomodo precario de llevar un escaso sueldo a casa.
Eso nos plantean en La escuela perdida, la devastación que supuso el inicio de una guerra cruenta, como todas, pero esta peor por ser entre hermanos, y después, las represalias, las acusaciones, los desconcertantes argumentos que, a aquellos maestros y maestras, les impedían volver a sus clases y sus enseñanzas. La cerrazón de unas ideas políticas, de un régimen dictatorial, de temor al aperturismo del arte y la cultura.
Las Compañías Solo es nuestro deseo y La pera del olmo producen, con los mismos autores que crearon de forma colectiva, esta historia que pretendía construir una trama dramática a partir de las investigaciones, las vivencias de sus antepasados, los testimonios recogidos en documentos y de forma verbal, sobre la escuela republicana, pero principalmente, sobre sus protagonistas, sobre cómo tuvieron que enfrentarse, primero con ilusión, después con desesperanza y temor, a estimular las mentes de aquellos alumnos que querían una transparencia luminosa que no se basa solamente en lo material, sino en lo intelectual, en lo emocional, en lo personal.
Este colectivo, que son Eva Aguado, Mercedes Benito, Manuel Chica, Carlos Díez, Sacri García-Rayo, Juan Jesús Guerrero, María José López y Victoria Martínez, poniendo al frente al director Tony Ruiz, nos traen la palabra, las situaciones de aquellos días de inquietud que se acabaron convirtiendo en sueños baldíos.
Entre teatro documento y testimonial, nos van relatando, entre escena y escena, algunos de los ambientes y circunstancias con las que tuvieron que bregar estas profesionales de la enseñanza, porque la mayoría eran mujeres. Hasta llegar a la denominada depuración franquista del magisterio español.
Justa Freire, Benita Gil, María Zambrano, Carmen Serrallonga, Gloria Giner de los Ríos, por poner solo unos cuantos ejemplos, fueron sancionadas y no pudieron conservar su puesto de trabajo, porque, además, fue por decreto.
Testimonios, además que ahora nos ofrecen esta compañía, en una función altamente emocional y cercana, como lo son los de otras escritoras que nos contaron en novelas y ensayos, Josefina Aldecoa, Dolores Medio, María Sánchez Arbós, Elena Quiroga.
El teatro lleno, en este caso La Sala Tarambana, fermentando el buen gusto por el teatro bien hecho, adusto, si cabe, pero madurado y mostrando una memoria histórica de oro viejo, en el sentido de que hay que valorarlo, precisamente porque no es opulento ni pretencioso, sino que nos muestra con nitidez y rotundidad aquellas acciones que, posteriormente, hicieron que nuestro sistema educativo cayera en picado, y que aún tenemos que seguir forjando y levantando. A la vista están las numerosas y diferentes leyes y reformas educativas que seguimos padeciendo.
FICHA ARTÍSTICA: LA ESCUELA PERDIDA
Creación colectiva
- Dirección: Toni Ruiz
- Actuación: Eva Aguado, Mercedes Benito, Manuel Chica, Carlos Díez, Sacri García-Rayo, Juan Jesús Guerrero, María José López y Victoria Martínez
- Escenografía: José Luis Andrés Monge
- Vestuario: compañía Solo es nuestro deseo
- Producción: Solo es nuestro deseo y La pera del olmo
- Espacio: Sala Tarambana
Sobre el autor
Alberto Morate
Alberto Morate es profesor de literatura, dramaturgo, cronista de teatro, director de escena, poeta,… Su obra se extiende por el Teatro (7 libros publicados), un texto narrativo (La estatua de Lope de Vega), un Ensayo (Teatro en el colegio traducido a 8 idiomas). Incluido en diversas y variadas Antologías Poéticas, cientos de reseñas teatrales, artículos y Poesía, con 10 poemarios publicados hasta la fecha. También organiza recitales, ha escrito prólogos y presentado libros a colegas poetas.