Anoche tuve un sueño azul.

 

En la sorprendida mañana,
azul ruidoso fue amanecer contigo,
azules los besos como olas que se estiran,
azul el goce, la ternura y sus desfiles,
azul la nieve y el agua fecunda,
azul el humo de nuestra hoguera.

 

Amarte fue un perfume, un estallido azul,
cuando una lumbre incierta
despertó azul detrás del horizonte.

 

Se descolgaron los caminos en la tarde
que lloraba por sus labios inconcretos, 
y todo era azul: 

 

azul el maremoto de lo desconocido,
azul la oquedad larga del otoño
azul la ondulación de los perfiles,
azul la soñolencia turbia de las voces,
azul mi corazón y el tuyo:

 

azul tranquilo como el silencio, 
azul oscuro como el olvido.