En un acuerdo con la Junta Municipal de Carabanchel y su Concejal Presidente, Carlos Izquierdo, la Asociación Carabanchel Distrito Cultural hace el esfuerzo, lo hacen conjuntamente, para que ese barrio, denominado por las malas lenguas tercero más “cool” del mundo, demuestre que entre sus casas y calles, plazas y parques, hay artistas, hay gente de la cultura, hay escritores y músicos y actores, que con lágrimas y sonrisas, ilusión y entrega intentan, y consiguen, sacar a flote sus propuestas, resumidas en estos actos, gratuitos, allá donde la emoción habita. 

 

Actividades de familia, de libros, de lectura, de poesía y escritura, de baile de todos los géneros, de teatro adulto e infantil, de circo, de música de cantautor y de bandas emergentes, porque Una palabra a tiempo vale más que ciento a destiempo.

 

¿Qué esperas para acercarte al Jardín de las Asociaciones, a la glorieta del Toboso, al parque de Salvador Allende, a la plaza de La Palmera, que no existe como tal, al gran parque Emperatriz María de Austria, a que te asomes a la ventana y nos veas, a que participes con tus propuestas, a no quedarte en casa simplemente viendo la tele?

 

Cada día nos enfrentamos a mil y una obligaciones, a cientos de sacrificios, a una existencia que se difumina en pagos de letras y preocupaciones laborales. Es el momento de acudir a Las Plazas con Alma, a prestar atención a la vida que no nos delimita, que no hace remilgos, que se nos ofrece con naturalidad, como puro placer, como alimento imprescindible para nuestro debilitado transitar cotidiano en vidas anodinas. 

 

Plazas con Alma, Una palabra a tiempo, se desarrolló el sábado 21 de septiembre en el Jardín de las Asociaciones, y contamos con la presencia, ni más ni menos, que de los poetas Andrés Izu y William González, sobradamente reconocidos en el mundo poético, y de la cuentista narradora, Cristina Serrano, bien acompañados y con un músico de lujo como Manu Clavijo. Busquen, busquen sus nombres y trayectoria y se sorprenderán de su buen hacer y su gesto generoso. 

 

Los demás barrios pueden bostezar si les apetece. Nosotros, Carabanchel Distrito Cultural, y Distrito 11, estamos bien despiertos, impacientes, queriendo traspasar nuestros propios límites y que Carabanchel no sea, solamente, un lugar de paso, o de paseo, un circunstancial lugar de dormitorio, y que solo salga en las noticias por acontecimientos fatídicos, sino la reencarnación de una parte de ese Madrid palpitante que nunca duerme. 

 

Nos esperan nuevas citas, cada mes, en cada plaza, con una incansable oferta de arte y cultura, de relaciones sociales y espíritu inquieto.  

 

Seguiremos. Allí nos saludamos.