Mujeres que no tienen más remedio que expresarse a través de cartas que aparecen después de largos años donde se da cuenta de las penalidades, vejaciones, miserias, ignorancias… a las que se han sometido durante toda su vida.
En esas cartas está la herencia recibida. El mayor tesoro encontrado con un valor incalculable, por sentimental. ¡El glorioso encanto de la familia! Los llantos y las, pocas, alegrías convertidas en palabras que encuentra Lidia Guillem y transforma en montaje teatral.
Con diversos lenguajes: la expresividad corporal, la canción, el vídeo, un títere luminoso, los silencios, el simbolismo.
Desde el principio sabemos que nos van a hablar, contar, representar, de y sobre herencias. Pero no las meramente materiales, con las que las familias se pelean por repartirse lo mejor o lo más suculento de un testamento muchas veces no redactado. Es, más bien, la herencia de los gestos, de las ideas, de las relaciones personales, de la donosura o del sometimiento, de la pasión y de la forma de ser.
Por eso, en muchas ocasiones, es necesario ir Mudando la herencia, no admitir como bueno lo que resultó ser malo, el perdón, el olvido, el rencor, la resignación, el dolor.
Perfectamente coordinados por la autora y directora, Marina Paredes, Nacho León, Nadal Bin y Elizabeth Sanjuán, los intérpretes se abren camino en esa lucha constante de sentirse parte de alguien, de soportar desafueros, de dejar atrás recuerdos o traerlos a la memoria con nostalgia.
Mudando la Herencia forma parte del ciclo IMPARABLES que celebra su octava edición del 6 al 30 de septiembre. Aquí Mnemosine Producciones sellan con el texto de Lidia Guillem lo que el corazón siente cuando alguien se dirige a nosotros de tú a tú, aunque esas cartas no fueran dirigidas especialmente a la creadora.
Ella se inspira en ese modelo, el de su abuela, en principio, para, posteriormente, fijarse en las diferentes vidas paralelas que pudieran sucederse en otras familias semejantes. Aunque cada una tenga sus trapos sucios, sus secretos velados, su ánimo escondido, la fe y las lecciones de sus mayores.
Casi todos sabemos cuán difícil es cerrar una casa que durante años estuvo habitada por nuestros seres queridos. Y sabemos, cuando descubrimos esos objetos, muchas veces sin importancia, los sueños guardados, el dolor en el rincón oscuro de un armario o de un cajón, la luz tenue de que nada ya volverá a ser lo mismo y hay que mudar la herencia. También se oyen las voces de esos antepasados, no tan lejanos, en un irresistible canto de sirena que se refleja en los retratos, en el ennegrecido paso del tiempo impregnado de amor, en la brisa necesaria que nos hace seguir adelante con una sonrisa en el rostro irradiando los genes de quien fue algo en nuestra forma de ser y de ver las cosas hoy en día. In memoriam.
FICHA ARTÍSTICA
MUDANDO LA HERENCIA
- Dramaturgia y dirección de escena: Lidia Guillem
- Elenco: Marina Paredes, Nacho León, Nadal Bin y Elizabeth Sanjuán
- Producción: Mnemosine Producciones
- Prensa: Amanda H C – Proyecto Duas
- Una obra de la compañía Mnemosine Producciones
- Dentro del ciclo de teatro Imparables
- Espacio: Nave 73
Sobre el autor
Alberto Morate
Alberto Morate es profesor de literatura, dramaturgo, cronista de teatro, director de escena, poeta,… Su obra se extiende por el Teatro (7 libros publicados), un texto narrativo (La estatua de Lope de Vega), un Ensayo (Teatro en el colegio traducido a 8 idiomas). Incluido en diversas y variadas Antologías Poéticas, cientos de reseñas teatrales, artículos y Poesía, con 10 poemarios publicados hasta la fecha. También organiza recitales, ha escrito prólogos y presentado libros a colegas poetas.