“Es la risa del ahorcado”, dijo la psicóloga, pero parece que nadie se dio cuenta. 

 

El caso es que la gesta parlamentaria de este gobierno va camino de conseguir un nuevo récord… ¡en decretos-ley¡ Pero eso qué importa cuando seguimos ganando elecciones. Y si no, que se lo pregunten a Illa, que ha conseguido ganar las elecciones con un programa y gobernar con el programa de los que perdieron. Así vamos haciendo escuela pese a los cenizos que se siguen preguntando qué legado vamos a dejar.

 

Algunos ingenuos pensaron que la pasada reunión del Comité Federal socialista era para explicar el pacto de Illa con ERC, y Sánchez a punto estuvo de soltar otra carcajada, pero se contuvo. A los que echan de menos un cierto espíritu de contención, conviene recordarles que Sánchez también sabe contenerse, así que se limitó a explicar que también se puede gobernar sin parlamentos empeñados en tácticas restrictivas y que no entienden de plebiscitos. Y a continuación se fue a China. A veces no hay nada como un buen paseo por el palacio imperial. 

 

“Maestro Xi: el Congreso de mi país no me deja gobernar”.

 

“No te dejes impresionar, pequeño saltamontes. La democracia occidental tiene su propio horizonte temporal. De momento vamos a sustituir los coches alemanes por coches chinos que no contaminan. Dile a Teresa Ribera que hay que poner luces largas.”