Estamos de absoluta enhorabuena porque el director uruguayo Fede Álvarez nos entrega para el deleite de nuestras retinas una “entre-cuela ” o lo que es lo mismo una pieza cinematográfica entre la primera película de “Alíen , el octavo pasajero” y  su secuela “Alíen , el regreso” .

 

Esta nueva entrega de la exitosa franquicia tiene muchas y muy buenas ideas, así que acompáñenos a ese lugar donde nadie podrá oír vuestros gritos.

 

"Alien: El octavo pasajero" (1979), dirigida por Ridley Scott, es una obra maestra que redefinió el género de ciencia ficción y horror. Este filme se destaca por su atmósfera tensa, su narrativa intrigante y su revolucionario diseño visual, todo lo cual ha dejado una huella indeleble en la cultura cinematográfica y con esta nueva entrega de la saga, se busca volver a revitalizar todo esto. 

 

Alíen Romulus cuenta la historia de unos jóvenes “Basureros” (quien conozca la terminología de la saga sabrá exactamente a lo que me refiero) , captan una señal cerca de la órbita de su planeta ,una estación espacial llamada Romulus, estos jóvenes están dispuestos a arriesgar sus vidas escapando de su cochambroso planeta para robar unas cápsulas de críosueño y poder viajar a otro lugar mejor donde vivir su existencia, pronto encontrarán su objetivo, aunque lamentablemente se toparán con unos parásitos extraterrestres abrazacaras que serán los detonantes de incubar a la entidad extraterrestre más resistente y mortal que todos los cinéfilos amamos profundamente, el Xenomorfo . Efectivamente la premisa de esta película es básica, pero les aseguro que en su sencillez destaca una exquisita narrativa que te mantendrá pegado a la butaca , ya que de alguna manera , esta película , vuelve a la esencia de una “horror movie” dentro de la misma esencia que la primera entrega de la franquicia, si no que además le añade cierto toque “ Slasher”, su magnífico diseño de producción acompañado de una estética retro futurista ayuda para crear una sensación de claustrofobia y aislamiento aumentando  así el suspense a medida que el Alíen, comienza a cazar a los tripulantes.

 

Fede Álvarez dentro de su enfoque artístico, tenía absolutamente claro que la construcción de una  atmósfera específica era un pilar fundamental para el buen desarrollo de esta nueva entrega aunque aquí a diferencia de Ridley Scott que empleaba un ritmo pausado al inicio de la primera Alíen , Fede Álvarez eleva ese ritmo para dar algo de más fluidez a esa tensión creciente hasta un punto casi insoportable. Esta decisión no sólo refleja la sensación de soledad de sus desdichados personajes en el espacio profundo, sino que también establece una narrativa visual rica en detalles. La dirección de arte y el diseño de producción, son absolutamente sublimes y el uso de efectos prácticos, vuelven a acercarnos a cierto realismo palpable dentro de la gran pantalla. Además su director maneja con gran creatividad y buenos planos esta nueva película.

 

A pesar de sus logros, "Alíen Romolus" no es una película perfecta. Sus personajes carecen de desarrollo, lo que limita el impacto emocional de sus muertes y resulte imposible empatizar con ellos. Otro objeto de controversia absolutamente presente reside en su media hora final, donde le da una vuelta de tuerca a la película para tratar un tema que no desvelaré , el cual ya se había tratado con anterioridad en otras entregas de la saga y que para bien o para mal , resulta impactante, pues puede que el espectador ame esta circunstancia o la odie profundamente.

 

Cuatro estrellas sobre cinco. El director ha declarado que le encantaría hacer otra entrega de Alíen contra Depredador al lado del director de la estupenda “ Prey”(2022) Dan Trachtenberg , la película más reciente e interesante de la saga Depredador. Mi Niño interior desea encarecidamente que esto ocurra para poder contemplar de lo que son capaces de hacer unidos estos dos maestros del género.

 

¡Vayan al cine! Eviten que un Xenomorfo les quite las palomitas, lean libros y cómics que molan un montón, regalen flores y sobre todo quiéranse mucho, como siempre, nos despedimos , no diciendo adiós , si no diciendo, Banana.