Cuenta la leyenda: El mejor jugador del mundo
I
Admiramos
al personaje,
por los relatos,
por sus hazañas,
por lo que otros
nos contaban,
en tantos artículos
sobre él escritos.
II
Era el "Trinche Carlovich".
era el mejor jugador,
el más grande.
Así nos lo inculcaron
nuestros antepasados,
nunca lo vimos jugar,
ni tocar balón,
ni falta que hacía.
En su relato.
la emoción
ya se sentía.
III
Es ya historia
como jugaba,
la tocaba, la pasaba
era un Díos del balón.
IV
Si hasta Maradona
llegó a decir
que siempre pensó
que él era el mejor,
el más grande, el único.
Hasta que le contaron
las hazañas del Trinche,
y un día, cervezas mano
le dijo:
"Trinche, nos hay duda alguna,
el mejor sois vos, hermano".
V
Quienes somos nosotros
humildes aficionados
para dudar de un campeón
y su rotunda afirmación.
La realidad nunca pudo competir
con su gran leyenda.
Por eso Tomás Felipe
” El Trinche Carlovich”
quedará en la memoria
como el mejor futbolista
de toda la historia.
VI
Nos contaban
de sus hazañas,
de su doble regate,
de sus imposibles golazos,
siempre erguido
siempre elegante.
Él no corría
detrás de la bola,
ella lo perseguía
enamorada de su toque
de como la acariciaba.
VII
Dio sus primeros pasos.
allá, en el Rosario Central,
llegó a jugar dos partidos
en primera, e incluso
contra la mejor selección
a la que sin darse cuenta
dejó en ridículo,
y casi humilló.
Eso no era para él,.
Mucho entrenamiento,
mister mandando
aunque le quisieron
hacer internacional
él era libre
como el balón,
lo demás le daba igual.
VII
La carrera del Trinche
se forjó donde el fútbol
es mucho más duro
y muchas veces ingrato,
en las categorías inferiores
en el fútbol barrio,
de un pueblo argentino.
VIII
Allí, se ve de todo,
su gen competitivo
donde se juntan
desde las artes marciales
al fútbol espectáculo.
IX
Allí, donde el fútbol enamora
y es que en Argentina
tiene otra dimensión.
es una desmesura,
pura religión.
X
Donde hoy
eres el más grande
y mañana
ya no eres nada.
Solo los más grandes
Son recordados
con tanta devoción.
XI
El Trinche, un tipo muy singular,
nacido en un barrio popular,
dio sus primeras patadas.
en su querido Rosario.
Decían que iba al partido,
si le apetecía
o le daba la gana.
Eso sí, aquella zurda
no tuvo igual.
XII
Realizaba un regate impensable
el doble caño partido,
con triple salto mortal,
le parecía más elegante,
lo simple era para los demás.
XIII
Desde el medio del campo
dominaba la cancha,
Argentina y el mundo.
Era el rey, era único.
En el campo, en el estadio
solo había ojos
para seguir su danza
con la bola.
¡Oh, qué maravilla!
XIV
La leyenda, la fascinación
la ejerció sobre los grandes
sobre futbolista y entrenadores
como Bielsa, Menotti,
Valdano y el propio Maradona.
XV
El ídolo siempre ganaba,
nadie puede competir
con esa leyenda,
que pasa de forma oral,
transmitida por los aficionados
que lo vieron nada igual
XV
Nos cuentan
todavía hoy emocionados,
lo que sus ojos pudieron observar,
lo que el Trinche con un balón
tuvieron la suerte de ver jugar,
era simplemente descomunal
lo que era capaz de dibujar.
XVI
A Messi le discuten.
Maradona es Díos,
pero con sus pecados.
Al Trinche, ni Díos.
XVII
Ya sabe, en el relato oral
cada uno que lo cuenta,
le pone esas gotas de arte,
de literatura, que lo hacen
simplemente el más grande.
XVIII
Un miércoles de primavera,
el Trinche fue asaltado
por cuatro matones
en plena la calle,
le robaron su nueva bicicleta.
que un amigo periodista
le había regalado.
XIX
De aquellos que con su pluma
le hicieron inolvidable.
una leyenda popular
pero una mala caída,
la mala suerte,
o vaya ud. a saber
el porqué
El Trinche se nos fue.
XX
A los 74 años
moría entre la noche y el día.
Dicen fue el mejor
El más grande
jugador del mundo
que vivió libre como el viento.
Que hizo lo que quiso
en la cancha y fuera de ella.
Cuando le llamaron
de la selección Argentina,
él se fue con su vieja caña,
a pescar con sus amigos.
XXI
Cuentas las crónicas
que le tuvieron que sustituir,
en un amistoso contra la misma.
En el primer tiempo ya perdía
la albiceleste por goleada,
la afición solo al Trinche veía.
XXII
El entrenador de la selección
Argentina gritaba
¡¡quítenlo!!, ¡¡quítenlo, ya!!
que esto acaba mal
Por favor, por Díos …
que me hunde el equipo
y nos come la moral.
XXIII
El Trinche vivió siempre
en el mismo lugar,
en su pequeño barrio
donde se conoce
tanta marginación social.
Donde la delincuencia
y pobreza luchaban
por un trozo de pan.
XXIV
Era una leyenda
querida por todos.
Se nos fue, se marchó.
casi por casualidad,
como muchos en estos barrios.
Para ser un ídolo basta
con el reconocimiento
y admiración de los tuyos.
Ahora, allí arriba, jugando está
con Di Stéfano y Maradona…,
con muchos de sus amigos
de la ya lejana infancia.
XXV
Ellos nos lo han contado
el más grande era
"El Trinche Carlovich"
como su leyenda,
la del mejor jugador del mundo