Dentro de 12 días, el próximo 27 de Julio, se pondrán en marcha los Juegos Olímpicos en París, un acontecimiento que desde su restauración a finales del XIX, intentaba recuperar un cierto espíritu pacifista y de sana competencia entre naciones representadas por sus mejores hombres. Cierto que, como primera negación, una gran parte de deportes y participantes tuvieron resonancias militaristas, pero bueno…no vamos ahora a poner pegas, aunque habría que hablar mucho de esas raíces y de sus consecuencias.
No voy a pedir una tregua universal, que de eso ya se encarga el CIO y la ONU completando un brindis al sol que nunca sirve para nada, pero si me gustaría que esa excusa fuera ocasión para que la política española se pusiera a lo que corresponde y dejara de generar una tensión y una crispación innecesaria e impropia de los calores y los ritmos estivales.
España va demostrando que, a pesar de nuestra afición por autoflagelarnos, es un gran país capaz de hacer grandes cosas, capaz de organizar eventos y programas estructurales modélicos en el mundo; capaz de trabajar como los buenos y avanzar a pesar de su constante inseguridad política y falta de la adecuada planificación por parte de políticos y, ojo con eso, de los directivos empresariales -grandes y pequeños - demasiado enfocados al corto plazo y mantenedores de ritmos y tendencias que ya se han demostrado ineficaces.
Cuando grandes multinacionales se instalan en España no se van, se quedan y alguno de sus directivos vuelven a sus países de origen alabando lo que los españoles somos capaces de aportar, generar e innovar.
Se ha ganado un gran evento deportivo celebrado en Alemania y todos los que han estado por allí se han quedado sorprendidos de los fallos, carencias y deficiencias que jamás hubiéramos aceptado en España. Hubo un día en el que los socios de la UE nos apodaron como “los prusianos del sur” por el rigor, la seriedad y la eficacia con la que se gestionó nuestra primera presidencia europea.
Por desgracia, parece que nadie se acuerda de esas cosas, así que a ver si nos calmamos, vemos los juegos y los que mandan se ponen a la faena y dan ejemplo, que falta hace.