La primera película  se centraba en una familia que intenta sobrevivir vive en un mundo postapocalíptico en el que criaturas extraterrestres cazan a los humanos a través del sonido. La familia Abbott, compuesta por Lee (interpretado por John Krasinski), su esposa Evelyn (Emily Blunt) y sus hijos, debe vivir en silencio absoluto para sobrevivir. Utilizan el lenguaje de señas para comunicarse y han adaptado su vida cotidiana para evitar hacer cualquier ruido.

 

Su secuela directa continuaba esta historia, centrándose en el personaje de Evelyn Abbott, quien deberá guiar a sus hijos a través de un mundo peligroso y fuera de control , mientras intentan encontrar un nuevo refugio. En el camino, se encuentran con otros supervivientes, incluyendo a Emmett (Cillian Murphy), un singular personaje con ciertas características donde la moralidad y la escala de valores cambia mucho en ciernes a la supervivencia dentro de un entorno hostil y aterrador.

 

Ambas películas y por lo tanto su tercera parte a modo de precuela, utiliza el recurso del silencio  para muy inteligentemente introducirnos en una atmósfera pavorosa, donde lo desconocido irrumpe de manera certera e implacable en toda la sociedad , el silencio crea quietud , imposibilita ciertamente la comunicación a una especie completamente social . La falta de diálogo y la importancia del sonido en la narrativa ofrecen una experiencia única, pues realmente la circunstancia y la imposibilidad de la comunicación en sí misma , vuelve al enemigo mucho más fuerte, esa imposición silenciosa , ese cambio drástico en nuestra manera de comunicarnos, construye barreras pero también construye nuevos caminos, y muy convenientemente esta precuela habla sobre el lenguaje más silencioso y realmente más puro, hablamos del lenguaje del sentimiento humano , de la capacidad infinita para amar y la rotunda realidad de que lo que realmente nos conecta como especie es el amor mutuo por nuestros iguales , mujeres y hombres de manera global remando hacia un nuevo mundo, mucho más hostil y silencioso , pero más sonoro en cuanto a sentimientos. Este es  precisamente el concepto en el que transita esta precuela.

 

Un lugar Tranquilo: Día 1 cogiendo el relevo de Krasinki esta dirigida por Michael Sarnoski , director el cual pudimos ver títulos tan interesantes como lo son “Pig”(2021) y “El Testimonio”(2015) aprovecha la pluma Jeff Nichols para escribir este nuevo relato basada en la historia original de John Krasinki y juntos desarrollan esta precuela la cual recoge los sucesos ocurridos en el primer día de esta invasión alienígena. Si bien durante los primeros minutos este largometraje nos revela una visión más global del caos y horror de esta salvaje incursión extraterrestre, de manera muy natural y orgánica la película poco a poco nos abraza para contarnos una pequeña historia de supervivencia a través de los ojos de los personajes de Lupita Nyong y Joseph Quinn, ambos intérpretes tejen muy bien la construcción de sus personajes, el niño perdido y la joven con una enfermedad terminal dulcifican una melodía interpretativa tremendamente bien trabajada. Si bien en términos de dirección y producción en cuanto a planos y dirección de fotografía la película sabe heredar ambientes de sus predecesoras ,hay algunos momentos interesantes pero realmente lo que supone una satisfacción tremenda y considero que es la joya de la corona de esta película, reside en su guion , esta historia no requiere ser gigantesca , no lo necesita , sus matices acompañan un camino de baldosas amarillas hacia la esperanza , hacia el amor y a una reconversión social donde a través de unas circunstancias tremendamente impredecibles.

 

Hábilmente la película maneja perfectamente el suspense y se toma ciertas licencias , homenajeando de manera más que evidente a la película de Alíen. Sorprende que la película aproveche su género para maquillar temas tan actuales como los son el animalismo y la eutanasia. Realizando una jornada de reflexión sobre la película y después de debatirme internamente puedo decir absolutamente convencido de que esta película, no solo está a la altura de las anteriores entregas , si no que en ciertos puntos específicos dramáticos ,las supera, transformándose en probablemente la mejor entrega de esta trilogía no por su concepto , sino por su corazón. Cuatro estrellas sobre cinco.

 

Vayan al cine, coman bananas, acérquense a la playa y lleven un libro como compañero de sombrilla. No dejen de quererse, jamás pierdan la oportunidad de dar un beso a un ser querido, sean generosos , ayuden al prójimo y ante una invasión extraterrestre, permanezcan en silencio…