Si bien los criterios para el análisis de la sostenibilidad (criterios empresariales ESG, y sus equivalentes políticos ODS) puedan evolucionar, y la importancia de cada uno de ellos varía según sectores y regiones, es innegable que han venido para quedarse, y por ello deberíamos abordar como los convertimos en herramientas para mejorar nuestra posición competitiva y/o crecer.
Diversos estudios y encuestas parecen señalar como el tamaño de la empresa influye inicialmente en cómo se aborda la Sostenibilidad. Mientras que para la gran empresa la han convertido en un factor de crecimiento, o de mejora de su posición competitiva, para las de menor tamaño el factor principal es el cumplimiento de la legislación, o de las normas regulatorias.
Una mirada sobre el mundo empresarial español nos ayudara a comprender la importancia que tiene, para nuestro país, la extensión de los criterios ESG(ODS), más allá del escaso 0,2% que representa la gran empresa.
El siguiente escalón, las medianas empresas, lo constituyen unas 27.500 (el 0,8% del total), dentro de las cuales se incluyen, unas 1800, que representan lo que la Fundación Cre100Do, llama Empresas de Tamaño Intermedio (el middle market de otros países). Estas, con una plantilla entre 50 y 250 trabajadores, tienen su centro de decisión en España, y alguna de ellas, como Delaviuda Confectonary Group viene presentando, desde hace algunos años, su memoria de sostenibilidad.
También es un factor diferencial que la Sostenibilidad sea considerada un factor importante en las prioridades de la alta dirección, o que ocupe un lugar secundario más allá del cumplimiento regulatorio. En muchas pequeñas y medianas empresas esto último es consecuencia de un escaso recurso que suelen tener sus primeros ejecutivos, el tiempo que dedican a trabajar el medio plazo, urgidos por el momento presente.
En todos los casos, para que la Sostenibilidad se convierta en un elemento intrínseco a la estrategia de la organización, esta debe ser una prioridad de primer nivel del máximo ejecutivo, o de su comisión directiva, que ha de identificar las iniciativas que más importan para su modelo de negocio.
Cualquier organización que vaya a transitar, en mayor o menor grado por la senda de incorporar estos criterios en su gestión, debería:
Analizar el impacto de los criterios ESG/ODS, y la creación de valor para los diferentes grupos de interés (Stakeholders) de la organización, considerando siempre en primer lugar tanto a los clientes/consumidores actuales, como a los potencialmente nuevos.
Determinar en qué dimensiones desea ser buena o excelente, de acuerdo con ese análisis.
Esto se suele llevar a cabo mediante un mapeo de relevancia/interés por criterio ESG. Aunque suelen ser los de carácter medioambiental los primeros en ser considerados.
La experiencia de las organizaciones comprometidas con estos parámetros indica que se suelen establecer tres niveles de importancia relativa.
Desde la que se limita a minimizar riesgos, cumplir con las normativas, y reaccionar a las tendencias que pueden afectar al sector o su negocio, pasando por un alcance mayor pero fuera de su núcleo estratégico, como planes de contingencia o el cumplimiento voluntario con los estándares o recomendaciones del sector, hasta incorporar completamente los criterios ESG en la Estrategia del negocio o actividad.
Es importante notar que, estamos en presencia de un proceso, el de incorporar de una forma u otra estos criterios a la gestión de la organización, por ello no debe considerarse como una etapa final sino como el comienzo de un viaje, el de la Sostenibilidad.
Dos características propias de la mediana y pequeña, que, junto a una mayor agilidad en la toma decisiones, facilitaría la incorporación de los criterios ESG a su gestión, serian, que:
Sus actividades normalmente tienen impacto en las comunidades locales donde se asienta su sede central.
Una parte de ellas son empresas familiares, lo que favorecería una mirada de más largo plazo.
Un problema menor es la ausencia de un único marco de indicadores no financieros que permitan evaluar y seguir la gestión de los parámetros ESG.
Con todo, lo que parece retrasar en muchos casos el inicio del viaje a la sostenibilidad, es su no saber por dónde empezar.
Por ello, en un próximo artículo, mencionaremos algunas sugerencias, así como algunas metodologías para abordar el camino de convertir la Sostenibilidad en una fuente de creación de valor para la empresa mediana y pequeña.