El elefante es un texto de Slawomir Mrozeck, que la compañía Con Causa ha adaptado y hecho la dramaturgia para solaz de los espectadores. Con Causa son Eva Latonda y Maru García Ochoa, que ya nos deleitaron con otro montaje de Mrozeck, La mosca, sacando la aguja de hilvanar la libertad a pesar de nudos y otros inconvenientes. 

 

Ahora, con El elefante, bajo la dirección de Agustín Guzmán del Buey, nos proporcionan un mundo aprisionado entre rejas, con la penitencia de quien tiene que soportar los dictámenes de mandatarios sin sentido, pero que los diferentes personajes interpretados por Eva Latonda y Maru García irán solventando tales penitencias. 

 

Jocosas situaciones con un hilo conductor, tan disparatado como las pequeñas historias que nos irán contando entre el tema principal, que es, ni más ni menos, que dar vida a un elefante que debe aparentar que es un elefante. No les desvelaré la trama, si quieren saber más deben acudir a verlo. 

 

También hay cisnes tabernarios, muñecos de nieve imprudentes, progresistas sin escapatoria, jirafas sin cuello,… porque, al fin y al cabo, esto es un zoo, que podría ser, más bien, un “ooz”, una disidencia, un fingimiento, una crítica, una crónica de la represión, un romance vivo, una ficción trascendente, un tiempo pasado que es de ahora. 

 

El comportamiento humano a través de nuestra relación con los animales, los conocidos y los racionales, el abuso de poder, los sistemas políticos represivos, humor surrealista con sentido, la huida de uno mismo hacia nuestro interior, la lejanía de la igualdad social.

 

Las intérpretes acunan con humor y desparpajo las situaciones a modo de monólogos individuales dándole forma en una armonía escénica donde atan los conceptos del autor en una inquietud que hace que, aparte de pasárnoslo bien, nos hagan reflexionar sobre esos comportamientos humanos que, a veces, se derraman en grises miradas, que destiñen la vida, que hace que nos quedemos varados ante situaciones incorrectas, que nos impiden emprender otros objetivos o viajes. 

 

El elefante se balanceaba sobre una tela de araña, pero no se rompía, y el que nos ocupa está relleno de ternura, de cariño, de gemidos, de protestas, de recuerdos, de tiempo que no pasa, de sueños y de apariencias. 

 

Hay que tener memoria de elefante para no olvidar los sinsabores de las injusticias, del trabajo diario, del peso de las responsabilidades, de la libertad requerida y tantas veces cercenada. 

 

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FICHA ARTÍSTICA

EL ELEFANTE

• Intérpretes: Eva Latonda y Maru García Ochoa
• Dirección: Agustín Guzmán del Buey
• Autoría: Slawomir Mrozeck
• Dramaturgia: Eva Latonda y Maru García Ochoa
• Música: Mr. Bandit
• Producción: Con Causa
• Espacio: Teatro de Las Aguas