Una confusa sensación de no saber quienes son. Puede que sean anónimos, ni siquiera saben sus nombres, que tengan la sensación de estar en un limbo entre ser y existir, en una soledad compartida entre ellos mismos y quien, supuestamente, los ha creado. Son los personajes en busca de sí mismos.
De repente, se dan cuenta de que sufren abandono, de que ríen o lloran, pero no Por voluntad propia, sino designados en función de la confusión, no de un solo autor, sino de todos los que en la existencia han sido hasta ahora.
Ya en Esperando a Godot, dos personajes aguardan ávidos a otro personaje para que les diga lo que tienen que hacer, pero que nunca aparece, es inexistente. Es decir, personajes que esperan a otro personaje del que el autor nunca quiso acordarse y solo le puso nombre. Y Luigi Pirandello pone a buscar a Seis personajes en busca de autor porque vagan perdidos en un juego de papeles que nadie les ha escrito.
Otros personajes se hicieron, sin embargo, fuertes, como Don Quijote, Sancho, Dulcinea,… a los que se les da categoría de humanos como si realmente hubieran sufrido en propias carnes todas sus vicisitudes.
Los personajes que hoy nos atañen, presagian fatalidades, maldiciones, incluso silencios u olvidos que pueden hacerlos desaparecer sin que ellos lo deseen. Por eso requieren esa voluntad propia, necesitan obtener respuestas de preguntas que les van surgiendo, necesitan enhebrar el cordel que los mantendrá unidos a las costuras de un texto, de un argumento, de una historia.
Perigallo Teatro nos vuelve a sorprender y a deleitar con este montaje metateatral deshilachando los hilos que se manejan en las dramaturgias, en los procesos de creación, pero también en los sentidos, en los sentimientos, en los flecos que les quedan a los personajes cuando no están bien estructurados.
Celia Nadal y Javier Manzanera, dirigidos de nuevo por Luis Felpeto, se desprenden de sí mismos, se extravían en esos personajes, P1 y P2, que parecen huérfanos sin serlo. Nos transmiten con toda su energía, fuerza y emoción, la angustia de los que se sienten un cero a la izquierda, de aquellos que comprenden, tarde, normalmente, que son utilizados por otros, por los mandamases o por los que manejan el poder, para sacar beneficio propio y que a ellos nunca les llega, de aquellos a los que arrasan sus voluntades porque están atados a necesidades económicas, políticas, ideológicas, sentimentales,… cualquiera sabe.
Celia Nadal y Javier Manzanera engrandecen a estos personajes haciéndolos mucho más humanos que algunos que nosotros conocemos. Sufren, penan, y son capaces, también, de hacernos reír o sonreír, de sentirlos cercanos, nuestros, lloramos su suerte, y suspiramos pensando que nosotros manejamos nuestras inquietudes, ¡ya quisiéramos!
Puede que sean personajes, sí, pero la vida les pertenece. Porque son criaturas hermosas que se reflejan en nuestros espejos, que en más de una ocasión nos dicen cómo nos comportamos, y nos enseñan lo visible, pero también lo oculto, hasta los pensamientos y los sentimientos. Lo que es más difícil de ver y que no nos damos cuenta hasta que nos lo enseñan en un escenario.
Personajes de papel escrito, la palabra hecha cuerpo, la vida como argumento.
FICHA ARTÍSTICA
POR VOLUNTAD PROPIA
- Autor: Javier Manzanera/Celia Nadal
- Dirección: Luis Felpeto
- Interpretación: Celia Nadal y Javier Manzanera
- Música original: Daniel García Centeno
- Escenografía: Juan de Arellano / Pepe Hernández / Eduardo Manzanera
- Compañía: Perigallo Teatro
- Espacio: Teatro Lagrada
Sobre el autor
Alberto Morate
Alberto Morate es profesor de literatura, dramaturgo, cronista de teatro, director de escena, poeta,… Su obra se extiende por el Teatro (7 libros publicados), un texto narrativo (La estatua de Lope de Vega), un Ensayo (Teatro en el colegio traducido a 8 idiomas). Incluido en diversas y variadas Antologías Poéticas, cientos de reseñas teatrales, artículos y Poesía, con 10 poemarios publicados hasta la fecha. También organiza recitales, ha escrito prólogos y presentado libros a colegas poetas.