En esta ocasión hemos hablado del proyecto del BIM Ayuntamiento de Madrid que tiene como objetivo impulsar la digitalización de la gestión urbanística y agilizar la tramitación de licencias. Para Fernando Acedo Rico se trata de un instrumento muy positivo porque evita que haya procedimiento interminables que pasen años y años metidos en un cajón. Los procesos administrativos, defiende Fernando, deben ser ágiles porque hay muchas iniciativas que no salen adelante con la celeridad debida. Para Julio Rodríguez también es positivo aunque pone reparos. Cuenta que hay cuestiones, como la calificación del uso del suelo, que debe hacerse con cautela.

 

 

Como no, hemos analizado cómo es el nuevo Índice de Referencia de Precios del Alquiler. Tanto Julio como Fernando coinciden en señalar las múltiples deficiencias con las que nace este sistema y la complicación para que sea efectivo. En primer lugar, los precios que ofrece están basados en datos del año 2022 y en el mercado inmobiliario dos años es un mundo. Además, hay que reunir muchos requisitos para que el arrendatario final vea la utilidad de este Índice. Lo primero que hay que tener en cuenta que estos precios solo marcan el techo de alquiler en zonas calificadas como tensionadas y en la actualidad solo Cataluña ha pedido esta calificación. Por otro lado, el arrendador debe ser un gran tenedor o no haber alquilado su inmueble en los últimos cinco años. Y este índice solo se activa en el caso de nuevos alquileres o en la renovación de contratos. 

 

 

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