La economía española se encuentra en una encrucijada clave para su desarrollo, y la política industrial debería emerger como un pilar fundamental en esta coyuntura. A lo largo de las décadas, España ha experimentado una transformación notable en su enfoque, adoptando planes industriales estratégicos para enfrentar los desafíos contemporáneos y fomentar la competitividad.
Estos documentos no solo subrayaban la importancia de la digitalización y la innovación, sino que también establecieron directrices claras para abordar la sostenibilidad, la resiliencia y la digitalización.
Se planteó una alineación de la política española industrial con la transición ecológica y la revolución digital, pero los datos no muestran eso.
En esta última etapa, el Plan Estratégico de Política Industrial 2020 y la Agenda para el Fortalecimiento del Sector Industrial 2020-2027, aun habiendo delineado el rumbo a seguir, no han alcanzado los resultados esperados. Y con el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia se preveía destinar fondos significativos a proyectos de movilidad sostenible, transición energética e impulso de la industria 4.0. [se recogieron diversas medidas en las “Directrices Generales de la nueva Política Industrial España 2030 que se puede consultar en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo]… Y sin embargo, todo esto no se ha alcanzado.
Para su análisis, hay varios indicadores, como el IPI (índice de producción industrial) a noviembre 2023, que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado, muestra que se va a acabar el año 2023 con una tasa inferior a la que se empezó el 2023 (enero 1,4 y noviembre 1,1). (Fuente: https://www.ine.es/dyngs/Prensa/IPI1123.htm)
Y al igual sucede con el ICNI (índice general de cifra de negocios de la industria), ha disminuido hasta niveles de 2,3%. (Fuente: https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736148782&menu=ultiDatos&idp=1254735576715)
Así mismo, los fondos europeos están en riesgo y no se sabe si se podrán ejecutar. Faltan pocos meses para que todo lo concedido a España se pueda aplicar a partidas industriales y de desarrollo, tal y como se necesita. (Fuente: https://www.newtral.es/espana-tiene-un-ano-para-ejecutar-el-37-de-los-fondos-estructurales-europeos/20240123/)
Estos datos muestran que aún quedan muchas cosas por hacer y mucha POLÍTICA que ejecutar.
Esta situación se PODRÍA CORREGIR Y LLEGAR A TIEMPO PARA QUE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS NO PIERDAN CAPACIDAD NI RECURSOS y se aprovechen todos los fondos que se concedieron para salvar los efectos perniciosos de la pandemia.
Eso fondos propiciarían crecimientos mayores y un uso más eficiente de la tecnología.
Esperamos que los aires renovados de nuestra Administración agilicen gran parte de los recursos y procesos que están en marcha para poder avanzar y mejorar todos los indicadores anteriores.
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