(A José Romero y la Asociación Cultural La Platea)

 

Decía Gala: 
"si conociésemos la esencia de la poesía no nos atreveríamos a escribirla",
pero somos audaces
más allá de cualquier atmósfera,
ocultos entre las semillas,
contemplamos los vacíos
y volamos como si no fuéramos materia.

 

Infinitas razones (o ninguna) nos llevan
a un abismo de palabras
que se expanden, insensatas, 
a los corazones que desafían
cualquier lógica
y nos agitan y nos cobijan
por encima de nosotros mismos. 

 

En este escena
hemos compartido abrazos y sonrisas, 
comidas y poemas, 
el trino de la paz y el no a las guerras,
tiempo de luz
sentados en La Platea.

 

Imbuidos de esta esencia, aun sin conocerla,
la poesía era
vínculo y vehículo,
cercados por aguas claras del Tùria,
estos tres días de fotografías,
de risas y de tangos, 
de turismo y de música, 
de medallas y reconocimientos, 
de viandas y silencios, 
nos llevamos lo inmaterial,
la actitud poética y la amistad, 
poetas sin medida. 

 

El galardón es encontrarnos, 
Quart de Poblet, 
balance de sueños
donde la poesía
continúa.