Mientras contemplábamos una foto de Biden en una playa bajo una sombrilla mirando algunos papeles o leyendo un libro, imagen tranquilizadora, hemos sabido que el agresivo en su familia es un pastor alemán llamado “Commander”.
En EEUU la protección del Presidente está a cargo del “Secret Service”, que de secreto poco y aún menos de espionaje o contraespionaje. Eso es para al menos una quincena de agencias civiles y militares con sus especializaciones y sus duplicaciones.
Pues bien, Commander, que también quiere defender a su amo, se ha encarado varías veces con los agentes secretos que protegen al Presidente. ¿Celos? ¿Lucha de competencias? Malas pulgas. No es solamente ladrador, es mordedor. Varios agentes lo atestiguan y muestran heridas que fueron sangrientas. ¡Caray con el perrito! “Que le pongan un bozal y le tengan atado”, reclaman los guardaespaldas. La popularidad de Biden es baja y estas agresiones perrunas no ayudarán.
El verdadero enemigo de Biden es Trump que quiere volver a la Casa Blanca. Le persigue la Justicia por diversas causas, pero a cada imputación aumenta su popularidad entre los Republicanos. Sus rivales para las primarias de su partido no saben, ya que hacer y probablemente cederán ante quien incluso amenaza a sus jueces (“Si vienes a por mí, iré a por tí”). Kafkiano.
Esperemos que en noviembre de 2024 el electorado confirme a Biden en la Presidencia, pero los que temen a Trump se comerán las uñas hasta el recuento del último voto, incluso Bolton, un Republicano conservador que fue año y medio su Consejero Nacional de Seguridad en la Casa Blanca antes de tarifar con el magnate. Recientemente, dijo que un Trump II sacaría a EEUU de la OTAN, algo que posiblemente el Senado no autorizaría. Igual Commander se enfrentaría también con Trump.
Para entonces es quizás posible que la guerra en Ucrania haya bajado en intensidad. Rusia parece firmemente enrocada en las trincheras de sus conquistas ilegales y si los ucranianos no recuperan para el otoño mucho más territorio, algún acomodo pudiera ser necesario, ya que Moscú tampoco es invulnerable. Los drones ucranianos penetran simbólicamente hasta Moscú y dañan gravemente buques de la Armada rusa, así como el estratégico puente de Kerch. Con merma territorial, pero con paz, en una década Ucrania, ayudada por la UE, se desarrollaría más que Rusia, una pesadilla para Putin. China ha asistido en Yeda a una conferencia de paz con hoja de ruta ucraniana. ¿Se aleja de Rusia o solo estuvo para contarle?
Donde se complica asimismo el panorama es en África Occidental. En Mali, Burkina Faso y Níger la democracia ha dado una vez más un paso atrás, así como los europeos, en especial Francia, adalid de la política exterior de la UE, antigua potencia colonizadora hasta ahora influyente en la zona sin perjuicio de que EEUU tenga en Níger la mayor base en África de drones. Los rusos de Wagner andan por esta área y sería extraño que no tengan nada que ver. Son países importantes para el control del Sahel, trufado de yihadistas, mafias e inmigrantes subsaharianos, y, además, Níger es un proveedor importante de uranio para Francia y otros occidentales. Algunos vecinos africanos amenazan con intervenir en nombre de la democracia. ¿Lo harán? ¿Están en condiciones?
El juego del ratón y el gato entre Sánchez y el fugado Puigdemont, escoltado por Aragonés y Junqueras, se podría alargar. En La Moncloa pensarían que sólo con paciencia podrán rebajar las exigencias de amnistía y referéndum de independencia a cambio de dinero, aunque otros piensan que quien verdaderamente prefiere alargar los tiempos es el de Waterloo.
¿Podría eso llevarnos al otoño para una Investidura con Sánchez? ¿Podría Feijoo, el más votado, tener con anterioridad una oportunidad? Arenas movedizas. Lo primero será la Presidencia del Congreso y la constitución de su Mesa, probablemente favorable al Frankenstein II. Pero, lo importante, como dice Cándido Méndez, será a donde se dirigirá un nuevo Gobierno. ¿Qué pensará Commander?