En más de una ocasión he confesado que siempre que he estado en España he votado socialista. ¿Por? Cultura política, tradición familiar, razones de clase (que los padres sean trabajadores y practicantes de la emigración marca mucho) y a veces, voy a confesarlo también, por rechazo absoluto a los otros candidatos.
Pues miren ustedes ahora la cosa se me ha puesto difícil. Como decía mi padre: ni yugo y flechas, ni hoz y martillo. Los de Podemos tiene, cada vez más, un tufo a eso que ni es mi cultura, tradición, ni nada que tenga que ver con mi forma de ver la política. Yo compartía, plenamente, con Sánchez aquello de “Usted se cree que yo podría dormir por la noche, …si son ministros los de Podemos. Me pareció sincero, ¡Qué tiempos!
La socialdemocracia es una ideología de futuro, siempre lo fue. Es el progreso. Nunca lo he dudado, las personas solemos tener o una siquis progresista o una conservadora. A veces conviven las dos, según para que, pero siempre hay una más dominante que otra, la mía es progresista, pero no quiero ser la más de las más. Reconozco que este gobierno ha realizado una gran apuesta social, es importante para, como se insiste hasta la saciedad, no sé quede nadie atrás. Por otro lado, tengo en cuenta que a este gobierno se le han aparecido un montón de agujeros negros en su viaje espacial. Una cosa tras otra, no hace falta mentarlas estan en la cabeza de todos. Si lo pensamos: Ha sido un esfuerzo titánico. Eso me llevaría a votar, de nuevo, socialista. ¿Cierto? Pues, no. Es Sánchez justo el que me impide votar.
No puedo votar a quién donde dijo digo luego dice Diego. A quién con una errática estrategia hace que más de un millar de violadores condenados salgan a la calle. Errores todos cometemos, pero en política hay que saber que no se debe silbar y mirar para otro lado, dimite quien erro o, si se tiene autoridad, se la cesa. A quién se olvida de la historia reciente. Una cosa es perdonar al delincuente, al asesino terrorista, y otra meterte en la cama con él, cuando ni se arrepintió. Hay votos que no se deben aceptar y menos mendigar. ¿Va Sanchez a dejar que Vox presente la nueva ley de lo que sea? No, por razones ideológicas y de estómago. Lo mismo vale para VOX que para BILDU, al menos los neo fascistas no meten asesinos condenados en sus listas. Pregunta que se me ocurre, que diría Sánchez si VOX mete a Billy el Niño en sus listas. Otra, Sánchez aceptaría el voto de una plataforma de violadores condenados, con pena cumplida, para integrarlos en el sistema…
No me convence un líder que se pasa el día en un permanente puedo prometer y prometo. ¿Dónde están las casas de La Laguna prometidas? Viviendas son. La democracia tiene estas cosas que hay que exigir que lo prometido se cumpla o se explique por qué no se ha hecho. Prometer, prometer. Hasta meter, prometer; y una vez metido, nada de lo prometido. Todo lo convierte en un aquí se hace lo que a mí me da la gana. Hace que sus ministras y ministros parezcan tontos. ¡Vamos Felix ahora te vas a Sol y te subes al escenario y te cantas una canción! Si no te dejan haces un zapateado. ¡A ver mis chicas!, ¿me veis el dedo? ¡Tú a Boston y tú a California!, bueno a Madrid y a Las Palmas. No importa, da lo más mínimo capacidades y criterios. Voy a ser candidata a alcaldesa de la Comunidad de Madrid. Ya la vale. Su partido ha terminado por ser un simulacro de democracia, coherencia y capacidad.
Sánchez piensa que convirtiendo todo en blanco o negro él gana. Eso me repele, a mi me gustan los tonos pastel. Con esa manía suya ha convertido a Encarnita Polo en la nueva Madonna, me refiero a la estrella del rock del neo fascismo Ayuso. Le valió la jugada para cargarse a Casado. Ahora cree que al blandito de Feijoo lo va a fumigar igual de nievo con la inestimable colaboración de Ayuso. No puedo con el maquiavelismo político. Ni con la de sala de mapas electorales de La Moncloa, tampoco con los killers políticos con vocación de pasar a la historia. No puedo con esta forma tan cutre de entender y estar en política. Yo sólo quiero que nos resuelvan los problemas, para ver superhéroes me voy al cine.
Tanto le da a Sánchez que yo no le vote y a mi que no le importe. Ya sabemos que el CIS le proclamo como vencedor. Sé que esta vez no, la siguiente tampoco, quizás, pero pronto podre votar contenta de nuevo a los socialistas.
Tener criterio es muy malo.