Hay evidencias tan obvias, como repetimos machaconamente en Argentina, que no nos parece creíble que haya líderes políticos que no sean capaces de darse cuenta de los errores que cometen y perseveren, perseveren, perseveren…
Los líderes suelen, no siempre, estar rodeados de gente muy capacitada, como ellos mismos lo deben ser, que les dicen la verdad: “No Pedro, no, por ahí no. Ese no es el camino bueno y te vas a caer”. Hay dos posibilidades, una que esos círculos de confianza de los líderes se comporten como las sanguijuelas y peguen la ventosa de la cabeza creyéndose que, o se piensa lo mismo que líder o este prescindirá de él y la otra ventosa, la del ano, sabiendo que para que ésta funcione hay que comer. La otra, que entre el líder y el suelo haya un palmo, solo así les es posible caminar por encima de las aguas.
En uno y otro caso no hay porque suponer que los líderes sean sordos, salvo que padezcan audición selectiva, esta sólo les permita escuchar vítores y aplausos. El caso es que si son incapaces de oír el ruido de fondo mal van.
Un caso de nota es la del presidente del Gobierno de España, Sánchez tiene una cierta predisposición a hacer ruido, mucho ruido y tal vez por ello tiene una cierta incapacidad para escuchar. Quizás no le han dicho que el ruido es un peligroso agente electoral. El ruido se terminará instalando en la cabeza de los ciudadanos, cual persistente acufeno. El acufeno no impide oír, pero es muy molesto, no para, es permanente. Electoralmente el ruido de fondo tiene sus efectos. Los votantes recordaran que hay personajes que no hacen más que ruido y ruido.
Ferrovial ha sido de nuevo el ruido de la semana. Él, ellos, pensaran que en los electores se ha quedado la idea que los empresarios son malos y se van de país. Al margen de las cuestiones técnico jurídicas y económicas y lo que hay de verdad sobre las consecuencias fiscales, lo que va a quedar es: El gobierno, su presidente acompañado de los percusionistas de cabecera, han montado mucho ruido una vez más para nada. Los accionistas han votado, en la Junta, lo que han querido votar y con ello han decidido lo que querían decidir, es lo que se viene llamando libertad empresarial, y la Agencia Tributaria ha quedado tocada en su reputación, esta va actuar conforme a la Ley, se vayan los ferrovialeros a Ámsterdam o a Pekín. ¡Faltaría más!
Los ciudadanos, la mayoría que decide elecciones, son más susceptibles de creer que el gobierno ha extorsionado, es arrogante, no ha recibido a los interfectos y que les ha pretendido matar y encima no lo ha conseguido. El relato de los empresarios malos es más difícil de creer.
Los votantes al depositar su papeleta todo esto, y mucho más que han sido y lo que vendrá, les hará efervescencia en la cabeza
Los desencuentros permanentes entre las Grecas de Podemos y el resto del Gobierno, al cual ahora se suma lo de Sumar, ha llegado a parecer como cuando se te cae de la estantería una tras otra las piezas de la batería de cocina, que suena escandalosamente y además deja todas las piezas abolladas.
Hay otros ruidos menores, aparentemente, pero de gran influencia en colectivos afectados como los trenes que no caben por el túnel, que parece de chiste. Asumen responsabilidades, despiden al presidente de Renfe y se le sustituyen por el Secretario General de Industria que “acaban de contar” que le han cesado por haber fracasado en el proyecto del coche eléctrico. Esto hace imposible que a renglón seguido se pretenda decir “nos vamos a centrar en explicar la gestión”. La del coche o la del tren.
Los votantes al depositar su papeleta todo esto, y mucho más que han sido y lo que vendrá, les hará efervescencia en la cabeza y las burbujas taparan: presidencias europeas, viaje a China y una importante agenda social destinados a los más desfavorecidos que la inflación y los miles de declaraciones oblicuidales de los citados percusionistas han llevado a la nebulosa venusiana. Contención y rigor es la única opción que al gobierno le queda a futuro.
Miren Feijoo no hace ruido, como dirían otros, no hace nada, sus sanguijuelas, que en todos los sitios las hay, le han debido recomendar que contenga la respiración y por supuesto no hable, ya el gobierno lo dice todo. Evidentemente, si se le mira a Feijoo a los ojos se le ve la nuca. Eso que más da, los ciudadanos hace tiempo que decidieron que sus gobernantes sepan o no es irrelevante, lo importante es que no sea ruidoso y menos arrogante, por favor, que en definitiva son ellos los que eligen.