Estos días andamos como pollos descabezados por culpa de Netflix. Tremenda inquietud. ¿Qué ocurrirá a partir de 21 de febrero? Netflix o el caos. ¿Qué pensará mi cuñado de mi si le cortan Netflix?. La paz familiar y social pende de un hilo. Esta agonía es peor que la previa a Nochebuena.
Seriedad, paso a paso…..Netflix no constituye un servicio público esencial, ni nada parecido. Como parece que continuamos en un mercado libre, o eso dicen, Netflix puede cobrar por su servicio lo que estime pero lo que no puede es vivir al margen de la ley cual forajido.
Qué levante la mano el que tenga entre sus papeles un contrato firmado con Netflix. Y ¿una aceptación de condiciones? ¡Yo no he encontrado a nadie! Comenzamos a alejarnos del buen hacer entre consumidor y suministrador de servicios.
En los términos de prestación del servicio incorporados en la web aparecen joyas literarias del siguiente tenor (podéis comprobarlo, si no lo han modificado):
La primera en la frente “Tu suscripción continuará hasta su conclusión” Medalla de oro a la claridad………
“Podemos cambiar nuestros planes de suscripción y su precio cuando lo consideremos oportuno” Para mi, oportuno me recuerda a la pizca de sal en la receta de cocina.
“No se puede compartir con individuos que no vivan en tu hogar” Lo del individuo lo recibí con impacto y decidí no prejuzgar y busque su significado en el Diccionario de la RAE, los menos dolorosos serían: ”Persona cuyo nombre y condición se ignoran o no se quieren decir” ”Persona despreciable”. Vaya ¡una tranquilidad!
Y la mejor: “Si permites que otros accedan a tu cuenta, aceptas que dichas personas actúen en tu nombre” Impresionante pero claramente responde a la realidad de uso de Netflix que, teóricamente, se pretende modificar aunque los términos de uso permanezcan inalterados.
Un resumen de derechos básicos:
- El contrato ¿Dónde está?
- ¿Los términos de uso son los mismos que cuando comenzó el servicio? ¿Alguien los leyó, guardó y/ aceptó?
- Ausencia de un correo electrónico en la web institucional de servicio de atención al cliente que permita presentar una reclamación y obtener prueba de la misma. Las conversaciones se las lleva el viento.
- En los términos del servicio, que os pido leáis, algunas condiciones son imposibles de entender. Será un problema de traducción…..
El nivel de inconsistencia de Netflix es tal que cada día aparece una noticia con una decisión distinta a la del día anterior
Y hasta aquí el cuento…..Todos preocupados por el coste, por el compartir o no y todos olvidando que estamos en manos de grandes empresas, que no por grandes son socialmente responsables, que no hay que confiar ni fiar. Si la empresa con la que contratamos es seria no objetará entregarnos toda la información, tendrá dirección, correo, humanos identificados, que no individuos, pagará impuestos…Si no lo, es no habrá nada de nada, sólo nuestra indefensión, que, lamentablemente, descubriremos demasiado tarde.
El nivel de inconsistencia de Netflix es tal que cada día aparece una noticia con una decisión distinta a la del día anterior. Si no es inconsistencia sino estrategia, clara queda su poca seriedad. ¿A qué empresa se le ocurre introducir un cambio sustancial sin medir los efectos?.
Son los amos de la jungla pero podemos, con un mínimo esfuerzo, ejercer nuestros derechos. El primer paso es darse cuenta de que hay que estar atento para evitar que te engañen. Suenan las risas….Con muchos, demasiados, es poco posible, pero con otros, algo se puede hacer. Sin obviar la responsabilidad directa o indirecta de los poderes públicos ante estos temas aunque suele brillar por su ausencia.
Y ante la duda….patada a Netflix y, niño, ponme el parte!