Publicado el 16 de febrero a las 10:07
El gobierno promovió una reforma del código penal para beneficiar, supuestamente, a los políticos catalanes condenados. Después, ocurre que, esa reforma, no ha beneficiado a esos políticos. Esos son los hechos pero, ahora, quedan las interpretaciones. ¿Qué ha pasado?. Pues según.
Supongamos que usted no es nada partidario del gobierno. En ese caso, la explicación es muy sencilla: el gobierno se ha equivocado dos veces , una en su intención y otra en la forma de hacerlo. Es decir, el gobierno no debiera haber hecho esa reforma y, además, lo ha hecho mal.
Ahora, si usted fuera progubernamental, lo lógico es que dijera que, efectivamente, la intención de beneficiar a los políticos catalanes no era cierta. Y le avala el resultado.
Pero, aún habría otra tercera interpretación, la de los políticos catalanes . Ellos podrían sentirse engañados si sospecharan de la habilidad jurídica del gobierno . En ese caso, el gobierno habría convenido con ellos una reforma que, aparentemente, les beneficiaba pero que sabía, el gobierno, que no iba a funcionar.
Estamos pues ante una situación saducea, o todo lo contrario, una situación multiusos , como una navaja suiza. Cualquiera puede decir el consabido "ya lo decía yo" pero todos están como al principio de la partida. Especialmente, los políticos catalanes. Pero, relato, lo que se dice relato, tienen todos. Y, eso, es lo importante.
Hasta el Tribunal Supremo, por cierto, ha incorporado a su reciente sentencia sobre el caso su correspondiente relato. Es cuando advierte de que el cambio legal promovido por el gobierno deja impunes los procesos secesionistas sin violencia o intimidación. Yo no sé si Weber aceptaría un estado sin el recurso al uso de la violencia y si los independentistas catalanes estarían por una secesión sin estado, pero el relato del TS suena un poco extemporáneo. Dicho sea con todo el respeto posible.
Lo bueno, es que todos los relatos funcionan, al menos para los muy cafeteros de cada grupo político
En cualquier caso, la sentencia con relato del TS no aclara cuál de las interpretaciones de la reforma saducea es la correcta. Cualquiera puede arrimar el ascua a su sardina: el gobierno, con la sentencia, la oposición con el relato y los políticos catalanes, con el resultado de todo ello. Realmente, esos políticos pueden decir aquello del cura de pueblo cuando se lamentaba de que, "aquí seremos todos muy buenos, pero mi capa, no aparece".
Lo bueno, es que todos los relatos funcionan , al menos para los muy cafeteros de cada grupo político. Anteriormente, cada anuncio de desgracia de la oposición ha calado entre los suyos cuando lo denunciaban mientras que cada fracaso de ese anuncio, confirmaba después en sus creencias a los partidarios del gobierno. Y, eso, es lo que ha pasado en este caso que permite a unos insistir en la maldad intrínseca del gobierno, a este, denunciar a aquellos de apocalípticos jurídicos y al de Waterloo reprochar a Esquerra su intento baldío. Veremos cuánto durará esto.
Y, al final de la fiesta, como canta Serrat, se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas.
Hasta la próxima fiesta. En todo caso, siempre nos quedará Bildu.