Publicado el 12 de febrero a las 13:57
En los tiempos que corren y dado el estado caótico en el que se desenvuelven muchas actividades económicas y sociales, es importante echar una mirada a lo que nos enseñan los maestros. El fallecimiento reciente de Juan Velarde Fuertes nos ha privado de uno irrepetible.
Quede claro que la maestría no consiste en tener reconocimientos oficiales o desempeñar puestos importantes, sino que consiste en transmitir conocimientos y actitudes para que los discípulos emprendan sus propios proyectos y sean capaces de aportar positivamente a la sociedad.
Esta faceta se acompaña en el caso de Velarde por el rigor y la generosidad con las que la desarrolló. El rigor estaba siempre presente cuando hablaba, escribía o debatía sobre cualquier tema. La generosidad se transmitía a través de una disponibilidad permanente para ser consultado y ofrecer su apoyo. Todo ello lo desarrolló en los más de 60 años de dedicación a la Universidad. De hecho, fallece en activo impartiendo clases a los 95 años.
Si nos referimos a su actividad profesional debe resaltarse su variedad y constancia . Variedad porque no solo se ha dedicado intensamente a la Universidad, sino que ha dedicado de manera brillantemente a instituciones públicas y privadas. En el mundo universitario será recordado por su impulso a la creación de cátedras de estructura económica por toda la geografía española. Creación que no respondió a un criterio ideológico o político, sino a su convencimiento de que los estudios de estructura económica son esenciales para comprender mejor la realidad y, consecuentemente, para intervenir eficazmente sobre la misma.
Yendo a sus aportaciones intelectuales hay que poner en primer lugar, su profundo conocimiento de la economía española y de los economistas que la han estudiado, siendo la persona que mejor conocía el desarrollo de esa disciplina y su consolidación dentro de los estudios universitarios en España. El enfoque que impregna sus estudios de la economía española puede identificarse como un análisis histórico-estructural. Lo histórico hace referencia a una frase que le gustaba repetir “ver la economía como herencia”; se trata de conocer los procesos históricos que han dado lugar a la conformación de la economía actual, para así poder plantear las actuaciones de política económica más eficaces para su transformación y así generar un mayor bienestar para la población española. La perspectiva estructural significa conocer el conjunto de la realidad y sus rasgos más permanentes como condición imprescindible para comprender los distintos elementos que la componen.
Para finalizar estas palabras de recuerdo quiero subrayar la grandeza de su persona y el trato que dispensaba a los demás, singularmente a sus discípulos
Es imposible recoger aquí los muchos estudios sobre aspectos concretos que realizó Juan Velarde; desde las relaciones laborales hasta la distribución espacial de la actividad económica , pasando por la agricultura, el comercio internacional y las inversiones extranjeras. En todo ello no solo empeñó su esfuerzo intelectual, sino que lo aplicó activamente en su participación en la puesta en práctica y ejecución de reformas económicas en España a partir del plan de estabilización de 1959.
Otra faceta que resalta en Juan Velarde es su conocimiento e interés por Iberoamérica . Conocedor como pocos de esa realidad, dirigió o puso en marcha proyectos institucionales del calibre de la Universidad Hispanoamericana de La Rábida y, más recientemente, la Escuela Asturiana de Estudios Hispánicos, actualmente Cursos de la Granda. En este último caso quiero recordar que el primer curso que se celebró en agosto de 1979 tuvo como objeto la puesta al día del conocimiento del pensamiento económico y social más importante En Iberoamérica y relacionarlo con lo más granado del pensamiento económico y social de España. En la segunda edición de los cursos se puso en marcha un magno proyecto intelectual el institucional: la creación de la revista Pensamiento Iberoamericano, con la vocación de ser una suerte de Economic Journal de la realidad Iberoamérica; la primera persona a la que se encargó su dirección fue Raúl Prebisch el gran impulsor de los estudios y reformas económicas en América Latina.
Para finalizar estas palabras de recuerdo quiero subrayar la grandeza de su persona y el trato que dispensaba a los demás, singularmente a sus discípulos. Cordialidad, cercanía, apertura y generosidad. Con esto bastaría para subrayar de nuevo la grandeza de la persona que nos ha dejado. Gracias, profesor Velarde.