Publicado el 12 de febrero a las 13:34
Viene al caso el acuerdo en tiempo de descuento entre Pere Aragonès, presidente de la Generalitat y Salvador Illa, jefe de la oposición por número de diputados en el Parlament de Catalunya a propósito de los Presupuestos catalanes para 2023. Viene a cuento porque en algunos momentos la posibilidad de aprobación se desvanecía en brazos de un adelantamiento electoral.
ERC perdió varios meses ninguneando al PSC desde el pasado mes de agosto, fecha en que Salvador Illa se ofreció a ayudar en la gobernanza de Catalunya para negociar y pactar los presupuestos. Sucedía cuando todavía ERC cohabitaba con Junts. Salvador Illa no ha llegado a comprender, como Pere Aragonès dejó que Junts abandonara el gobierno sin tener los presupuestos atados. Tampoco es comprensible que Junqueras se descontrolara después de la ruptura del gobierno rechazando públicamente el pacto con el PSC de los presupuestos y acusando a los socialistas de diversas maldades. El presidente de la Generalitat prefirió obviar a los socialistas asegurando que no pactaría con ellos en ningún caso, y aún peor, no pensaba siquiera hablar con ellos y para demostrarlo se sentó con los Comunes y llegó a acuerdos, supongo que inevitablemente se negociaron también los votos de uno y otro tras las elecciones municipales dado que la ciudad de Barcelona es caza mayor especialmente en esta época de penuria de mayorías absolutas.
Así, mientras los correligionarios del presidente de ERC, iban de manifestación de protesta, capitaneados por Oriol Junqueras , ante la celebración en la ciudad Condal de la cumbre Hispano-Francesa por voluntad expresa del presidente Sánchez, de dar vuelo a la autonomía catalana y su capital Barcelona, Pere Aragonès, como primera institución del país, optó por asistir al encuentro del presidente del Gobierno y el Jefe de Estado del país vecino , cosa que sumó puntos a su favor. Otra cosa fue querer condicionar la estrategia política de su primer oponente, Illa, pensando que si Pedro Sánchez le mandaba que aprobara sus presupuestos sin contrapartida, Illa obedecería. La decisión más que errónea resulto bastante colegial, reforzó la posición de Illa y la certeza de Sánchez de que las cosas estaban bien encarriladas y que la autonomía de decisión del PSC, se demostraba obviando la demanda del presidente Aragonès, quien al final ha debido allanarse a las exigencias del pacífico y firme hombre de la Roca.
Salvador Illa practica el Código Bushido y sus 7 principios: Justicia; Respeto y Cortesía; Coraje; Honor; Benevolencia; Honestidad; Lealtad
Comprendo la situación políticamente inestable de Pere Aragonès gobernando con el mismo número de diputados que el jefe de la oposición, 33, y su obligado funambulismo con todo lo que ello comporta de desgaste personal y político y lo comprendo porque conozco bien a Illa y es un auténtico Samurai : el Samurai de la Roca del Vallès. Practica el Código Bushido y sus 7 principios: Justicia; Respeto y Cortesía; Coraje; Honor; Benevolencia; Honestidad; Lealtad.
Para Pere Aragonès ser funambulista no ha sido una opción sino una necesidad para sobrevivir en la política catalana embarcada en la ficción especulativa, término que se usa en literatura para referirse a mundos no realistas y que engloba otros subgéneros como el realismo mágico tan popular en la literatura latinoamericana y que definió Arturo Uslar Pietri y han practicado: Gabriel García Márquez , Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Isabel Allende y también el alemán Gunther Grass, el indobritánico Salman Rushdie, el Checo Milán Kundera y el portugués José Saramago. Cierto, son muchos los artistas que utilizan ese estilo para expresar emociones mediante la palabra escrita, pero ciertamente siendo algo bello para leer no parece recomendable para la política. Mejor volvamos a las decisiones racionales y dejemos el realismo mágico en la mesita de noche.
Sobre el autor
Anna Balletbò
Anna Balletbò es licenciada en Ciencias de la Comunicación e Historia Moderna y Contemporánea, y diplomada en Periodismo y Ciencias de la Educación. Presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme. Entre 1980 y 2000 fue diputada en el Congreso de los Diputados.
Desde 1973, ha colaborado como periodista en diferentes medios de comunicación, como el País, el Diario de Cataluña, La Vanguardia, Radio 4, COPE, Ona Zero, COM Radio, Antena 3, TV3 y Tele Cinco.