No nos gustan los extremos, eso no nos hace de derechas, izquierdas o centro.
Entendemos que la Humanidad sólo puede progresar, si eso nos convierte en progresistas ¡Somos progresistas! Creemos en la ciencia y en el conocimiento compartido. Eso si, rechazamos la mediocridad, el dogmatismo y las verdades absolutas.
Hay dos cosas que no soportamos: que nos tomen por tontos o que nos digan que tenemos que pensar.
LAHORADIGITAL.COM es tu sitio para compartir criterios y pareceres.
Creemos en las opiniones plurales, nos gusten o no. Escuchar al que piensa diferente. Eso nos enriquece y por ello no sólo le respetamos, aprendemos de él o ella. Buscamos en nuestro contradictorio a nuestro complementario. Esto, para nada, no nos hace renunciar a nuestra forma de pensar, al contrario para fortalecerla y ser más combativos y convincentes.
No buscamos una Tercera España, queremos que la que tenemos sea cordial, profundamente democrática, respetuosa de las leyes, de la justicia social, del buen hacer y donde la mediocridad y el dogmatismo sean la excepción. Europa y el Mundo también queremos que sea así.
Primero, nos dijeron que, sería la globalización la que cambiaría todo, pero a mejor. Que el mundo sería más pequeño y todos compartiríamos problemas y soluciones. No está siendo así.
Segundo, que el desarrollo tecnológico haría todo más fácil, más sencillo y más limpio. Una democracia universal de libertad, bienestar y solidaridad. Las cosas tampoco estan siendo así. Las crisis financieras fueron un primer terremoto que se llevó al traste todos los equilibrios de nuestra calidad de vida. Eso si, sirvió para despertar conciencias y hacernos caer en la cuenta que seguimos viviendo en un mundo de ganadores y perdedores.
Que el mundo esta cambiado lo estamos viendo, pero no sabemos hacia dónde y no hay nadie que nos lo sepa decir.
Sólo nos llega un viento de los que nos espera, cada día más fuerte y tememos que la borrasca termine en tempestad.
Tercero, intuimos que debemos cambiar nuestros hábitos de vida, que nos dirigimos hacia un mundo donde todo tiene que ser obligadamente diferente. Lo que no sabemos si hacia ese destino nos conduce alguien.
La violencia más descarnada y brutal ha vuelto en el escenario de nuestras vidas, si alguna vez se fue. Nos hace pensar que la condición humana no ha mejorado mucho.
La crispación, la negación del otro es el aire que se respira en la política. En la de España y en buena parte del Mundo.
En fin, no está la cosa para ser muy optimistas.
En La Hora Digital si lo somos. Aún estamos a tiempo.
Eso si para ello hay que aportar criterios plurales, abiertos y fundamentados. Vamos querer ser dueños de nuestro destino.
La gran pregunta es: ¿eso cómo se hace?
A nosotros sólo se nos ocurre de una manera: Pensando y compartiendo lo pensado.
No dejando que nos tomen el pelo, ni sintiéndonos complacidos con lo que nos cuentan, sea verdad o mentira.
Reclamando, denunciando y alzando la voz sin estridencias.
¿Nos quieres acompañar?
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Lee con nosotros, ve con nosotros y participa con nosotros.
Estamos en un momento muy complejo, en LA HORA CRÍTICA, y ante la opción de contemplar pasivamente como se decide el mundo de mañana, nuestro futuro, nosotros optamos por conjuntar opiniones que nos hagan ver la senda. En la calle, tú opinión y nuestra opinión “son mucho más que dos”.
Nuestro objetivo no es darle vueltas en circulo a la tediosa y muchas veces inútil política que nos muestran; es dar la vuelta a la política y a todo aquello que pasa a nuestro alrededor para que nos enriquezca cívicamente para poder progresar por una senda de convivencia y provecho mutuo.
El mundo digital se ha terminado convirtiendo en una mezcla de clics y bricks, pero nosotros no olvidamos que siempre hay personas detrás, a ellas nos dirigimos, a los espacios que son humanos y no virtuales, espacios que son parte de la vida misma, donde se llora, ríe, siente, padece y ama. Es por ello, que en esta hora crítica revindicamos tener un lugar para lo que nos hace más fuertes: la cultura, el pensamiento libre y el sentimiento.
Este territorio quiere ser, cada día, una gran comunidad de opinadores, lectores y participantes para entre todos evitar: «Que el cielo nos caiga sobre la cabeza» y hacer mucho mejor “el mundo de mañana”.