Publicado el 5 de noviembre a las 16:15
Jamás osaría utilizar ni una sola palabra para escribir sobre el dolor humano del accidente de Angrois, supera cualquier término y sólo están legitimados quienes lo sufren pero si que me atreveré a analizar el trágico accidente de Angrois como hecho informativo y como hecho judicial y la relación entre ambos.
Aunque siempre hay más de un relato, de una visión, para no dispersarme demasiado, mencionaré dos:
El de la prevalencia del derecho a la información o
El de la prevalencia de la justicia
¿Son contradictorios? ¿Hay qué elegir? ¿Cuál es la opción correcta?
Angrois abrió informativos cuando ocurrió, en su instrucción penal, en el duelo por las víctimas, en sus reclamaciones y así seguirá con su sentencia, sea cual sea el pronunciamiento.
Desde el respeto, asumiendo que mi opinión puede provocar rechazo, que resulte falta de sensibilidad, de consideración hacia las víctimas y sus familias e intentando explicarla lo mejor posible porque nada más lejos de la realidad, tanto que ese día perdí en ese tren a dos amigos muy queridos pero, en este grave suceso, como en otros, Justicia e Información mal han convivido hasta mutuamente aniquilarse.
La Justicia se representa ciega y sosteniendo una balanza pero el exceso informativo teñido de amarillo convierte a la ciega en vidente y la balanza se transforma en péndulo.
Ese exceso no sólo es cuantitativo en el número de horas y páginas, qué también, sino cualitativo, quién opina, que opina y sobre todo las expectativas que generan esas opiniones mil veces repetidas, ausentes en su mayoría de fuentes conocidas y reconocidas, criterios sostenidos y responsabilidad.
Igual que la Justicia que es lenta no es Justicia, la Justicia voceada tampoco lo es.
No hay prevalencia entre Información/Justicia, ambas necesitan vivir en equilibrio, un equilibrio que debería nacer de una legislación específica.
Por ello me pregunto si todas las horas de emisión, los ríos de tinta de Angrois son vendas ciegas y pesas de balanza o realmente son un espejismo de justicia que no solo engaña, sobre todo daña.
El regusto de crónica negra, el dejà vu de El Caso , alejan el derecho a la obtención de información porque despojan al proceso judicial de las mínimas garantías de credibilidad.
La pureza del proceso se quiebra, se baña en las aguas del odio que nace del dolor , eso no es justicia, es controlar la Justicia desde el poder, obviando el estatus de ciudadano a quien se engaña y perjudica abusando de debilidad frente a los grandes medios de poder.
Es cierto que en muchas ocasiones se ha llegado a la Justicia gracias a los medios de comunicación pero ¿Cuántas veces ha sido justo lo contrario?
Necesito una conclusión, o tratar de evitar lo inevitable; no hay prevalencia entre Información/Justicia, ambas necesitan vivir en equilibrio, un equilibrio que debería nacer de una legislación específica.
Y algo más, para todos, seamos críticos , convirtamos la duda en código, analicemos hasta la extenuación, procuremos así que no nos engañen o que nos engañen menos.
Mi cariño y respeto al dolor de todos los que sufrieron y siguen sufriendo por lo que ocurrió aquel triste día.