El jefe del Ejecutivo español ha participado junto al presidente de Chile, Gabriel Boric, en el 50ª aniversario del histórico discurso protagonizado por Salvador Allende en Naciones Unidas en 1972 que se ha celebrado en el Instituto Cervantes de Nueva York.

 

Aquel ya lejano 4 de diciembre de 1972 el dirigente chileno realizó un aplaudido discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en el que expresó con vehemencia su ideología progresista en favor de los más desfavorecidos y los más débiles. Hoy, 50 años después, ese discurso tiene plena vigencia y, según Sánchez deben ser los líderes y gobiernos progresistas los que cojan la bandera del camino hacia el futuro. 

 

Sánchez señala que, como también defendía Allende hace 50 años, el objetivo colectivo de la sociedad es proteger el derecho de los débiles contra el abuso de los fuertes, repartir las cargas y asegurar que quienes más tienen y se benefician de las coyunturas, se comprometan y contribuyan en la medida en que les corresponde. Y ha recalcado que estos principios refuerzan las convicciones democráticas. Ante la ONU, Allende defendió: “El nuestro es un combate permanente por la instauración de las libertades sociales, de la democracia económica, mediante el pleno ejercicio de las libertades políticas”. 

 

La profundidad ideológica progresista y la denuncia del poder expresada durante su intervención, ha convertido ese discurso en uno de los máximos referentes de la socialdemocracia y el progresismo internacional. Allende fue asesinado el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe de Estado para derrocarle del poder. 

 

Pedro Sánchez, durante su intervención, ha destacado que la agenda progresista debe mostrar determinación, “en un tiempo en que, como ha quedado demostrado, la gente vuelve la mirada hacia el estado para contener la incertidumbre”. 

 

El presidente del Gobierno, igualmente, ha recordado que Allende luchó para que Chile pudiese beneficiarse de sus propios recursos naturales, y ha establecido un paralelismo con las consecuencias de la guerra de Putin contra Ucrania, “que subvierte el orden mundial y socava principios esenciales para la convivencia pacífica”. “En este contexto, de crisis energética, el alza de los precios o la crisis alimentaria derivadas del conflicto, amenazan a la mayoría social. Proteger esa mayoría formada por la clase media y trabajadora es un mandato irrenunciable para las fuerzas progresistas, tanto como lo era en tiempos de Allende”, ha subrayado el dirigente español. 

 

Para el jefe del Ejecutivo, el actual desafío es garantizar que todos los países puedan crecer y prosperar sobre un modelo económico climáticamente sostenible. Por eso, el Gobierno de España defiende una transición ecológica justa como gran motor de crecimiento económico inclusivo. Pero, como ha defendido el presidente, “la acción climática sólo será eficaz si gobierno, empresas y ciudadanía alinean sus esfuerzos de forma coordinada y honesta”. 

 

“Vivimos un momento de aceleración histórica, que exige determinación y audacia en todos los ámbitos. Pero más que en ningún otro, en lucha contra los efectos cada vez más visibles de la acción del hombre sobre el planeta. En ese desafío, las fuerzas progresistas deben liderar los avances contra la tentación conservadora de mantener un statu quo para el que ningún cambio es aceptable”, ha concluido el presidente del Gobierno.