La crisis energética protagonizó la primera sesión de control al Gobierno de este periodo de sesiones tras el parón veraniego. La portavoz popular, Cuca Gamarra, quiso explicar en el Congreso la posición de su partido y por qué ven bien que Europa impongan una tasa, es decir, un impuesto, a las eléctricas con el que se pretende recaudar 140.000 millones de euros y por qué no apoyan que España imponga ese mismo impuesto en nuestro país para que las eléctricas y gasistas devuelvan parte de los beneficios que están obteniendo en este contexto de guerra en Ucrania. 

 

El presidente dio la posible respuesta “el programa electoral del PP es el programa de las grandes energéticas de este país”. En su respuesta parlamentaria, Sánchez defendió que su Gobierno lleva toda la Legislatura ocupándose de las necesidades de los españoles “subiendo el SMI, con medidas directas a los sectores afectados y con rebajas selectivas de impuestos”. Y a todas estas medidas se han opuesto los populares. 

 

El presidente detalló que las medidas desplegadas para apoyar a los ciudadanos más desfavorecidos han supuesto “30.000 millones de euros, es decir, más de dos puntos del PIB”. Unas medidas que se han realizado transfiriendo recursos a sectores vulnerables “con la elevación en 200 euros a las becas para los estudiantes, con rebajas fiscales selectivas que favorecen a la clase media o con la intervención y la reforma del mercado eléctrico o la aminoración de los ingresos de las renovables”. Una de estas medidas ‘estrella’ del Gobierno de Sánchez que consiguió que fuera respaldada en Europa fue la ‘excepción ibérica’. Una medida que, según la ministra Teresa Ribera ha permitido un ahorro para los consumidores españoles de 2.300 millones de euros. 

 

Precisamente el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, se posicionó en contra de esta medida claramente en una entrevista en la Sexta y dijo que si llega a gobernar la quitará. La razón que esgrime es que le estamos subvencionando el gas a los consumidores franceses, algo que niega contundentemente el Ejecutivo español. Teresa Ribera se defiende afirmando que lo que dice el PP son “insidias, mentiras e insultos”. 

 

El problema para el PP es que todas las medidas que va tomando el gobierno español se ven refrendadas en Europa. Por ello, Sánchez defiende que “en materia de energía no hay gobierno más creíble en Europa que el Gobierno de España”.

 

Así lo ratifica el discurso de ayer de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ante la Cámara, defendió detraer los beneficios extraordinarios e incorporar un impuesto excepcional a petroleras, gasistas y refinerías para bajar los precios de las facturas energéticas de los consumidores europeos. Se trata de medidas muy similares a las que España propuso hace un año y que ahora, parece, que han servido de inspiración en Bruselas. Así lo aseguró Pedro Sánchez tras oír a Von der Leyen “es un orgullo que Europa se inspire en las propuestas de España, que protegen a la mayoría social y clases trabajadoras, para seguir luchando contra la crisis energética provocada por Putin”.