Diría que se abriese un proceso real de primarias a la candidatura al ayuntamiento de Madrid por parte del PSOE-M. ¿Por qué hago esta afirmación?, porque un proceso de primarias real es un proceso que arma un liderazgo, frente a los procesos generados desde la cocina del aparato, que generalmente resultan ser un fracaso.
La legitimidad de Juan Lobato al frente de la secretaria general del PSOE-M, viene dada en gran medida en que la obtuvo en unas primarias de verdad. Unas primarias que ganó frente al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, que obtuvo el 37% de las preferencias, nada mal. Unas primarias de verdad, con presentaciones en todos los espacios posibles, luchando el voto en cada espacio… y el ganador fue Juan. Ahí radica su legitimidad (y en el proceso en sí, por supuesto).
Para la ciudad de Madrid, sin embargo, se realizaron unas primarias… mejor dicho, una convocatoria de primarias a las que se presentó una única candidata, Mercedes González, actual delegada del Gobierno en Madrid. ¿Dónde está la legitimidad?, en haber cumplido el proceso, pero primarias no hubo.
Si González quiere ser candidata a la Alcaldía de Madrid… o si lo quiere una parte del “aparato” del partido, no puede no haber primarias de verdad en la ciudad de Madrid.
Independientemente de las virtudes que pueda tener la compañera Mercedes, como gestora, comunicadora o política, si no se enfrenta a unas primarias reales, sino tiene la oportunidad real de generar ilusión, de explicar su proyecto, exponer su posición en diferentes temas y buscar primero el respaldo de sus compañeros y compañeras, para luego obtener el respaldo de la sociedad, estaríamos haciéndonos un flaco favor como partido y a la propia González como candidata.
Seguramente en más ocasiones de las deseables, desde el PSOE-M hemos ofrecido la imagen -seguramente algo más que la imagen- de que nuestro gran mérito -honrosas excepciones hechas- era constituirnos en la “leal oposición”, y especialmente acomodarnos en ella. Hay quien lleva más de 5 legislaturas en esas posiciones con diferentes secretarios generales y ahí siguen…esperando que alguien gane -o no- pero con ellos dentro.
Debemos como partido pensar nuevas opciones para ofrecer a la ciudadanía. Opciones que puedan ser incluso disruptivas, infrecuentes y valientes.
En nuestra Comunidad, la ciudad de Madrid representa el 50% del voto ¿Por qué no nos hemos planteado aun que el, o la secretaria general del PSOE-M, sea nuestro candidato al Ayuntamiento y no a la Asamblea de Madridd?
¿Sería descabellado plantear -como por cierto hacen otros partidos con notable éxito- que la persona que ostente la Secretaría General, o al menos la de organización, se dedique en exclusiva a regenerar un partido que hoy alcanza la friolera de militantes cercana al 0,2% de la población, en lugar de ostentar un cargo público.
Decía Einstein que no puedes esperar resultados distintos, si para alcanzarlos, continúas haciendo lo mismo. Es algo que se cae por su propio peso. En el PSOE-M a veces nos empeñamos en contradecir a Einstein.
Tenemos peso regional, en Alcalá de Henares, en Fuenlabrada, en Parla, Getafe, por citar algunos evidentes, y liderazgos marcados en diferentes pueblos de la comunidad, como en Velilla, Morata de Tajuña, y muchos otros. Por tanto, sí hay poder regional y es visible. Por el contrario, tan visible como lo anterior, queda claro que no hay poder (ninguno) en la ciudad de Madrid. Si esto es así ¿por qué no pensar en reforzar esa parcela? Imagino que será muy disruptivo, progresista o peligroso cambiar el paso…pensar diferente.
Si aplicamos la máxima del liderazgo, entonces estaremos de acuerdo en que hay que ir a primarias. El liderazgo de la ciudad de Madrid no lo otorga el aparato, lo otorga la ciudadanía (primarias abiertas) o el partido (primarias cerradas), y si optamos por el poder de las agrupaciones de Madrid ciudad, entonces olvidémonos de primarias y que se haga como se hacía (o en algunos aspectos del proceso) se hace hoy, a dedo.
Pero debemos tener en cuenta una realidad muy clara. Desgraciadamente las agrupaciones del PSOE-M suponen, en no pocos casos, menos del 0,4% de la población del distrito en el que se encuentran, y en las votaciones de algunas de estas agrupaciones la media de participación difícilmente supera las 50 personas.
Si la legitimación de nuestros candidatos -en este caso de Mercedes González- pretendemos hacerla a través de estas agrupaciones, la lógica es la siguiente, poder orgánico (me aseguro votos) y ningún poder social. Solo servirá para que algunos sigan plácidamente manteniendo su puesto en la leal oposición.
Madrid debería, ya hace tiempo, haberse convertido en una agrupación única, fuerte y renovada, con cercanía social, con los colectivos, pero también con las empresas, el comercio de proximidad, apoyando la movilidad sostenible y aunando fuerzas en un solo estamento, y no dividiéndolo en 22 (somos una agrupación más que distritos hay). La lógica aquí es que las agrupaciones o casas del pueblo de ciudades y pueblos de la Comunidad de Madrid tienen un sentido, del que carecen en la ciudad de Madrid. En política, algunas veces 2+2, no son 4.
Si a mi me preguntasen, pediría primarias de verdad, sin apoyos explícitos de cargos orgánicos de Ferraz o menos del gobierno…que hablen los y las militantes y simpatizantes (si son cerradas) y la ciudadanía (si son abiertas) …y si gana la candidata oficial, Mercedes González, entonces estará totalmente legitimada y, seguramente, sacará un mejor resultado en las elecciones. Pero no hay que ponerse nerviosos, a mi no me va a preguntar nadie.
Carlos Morales Sánchez
Empresario, emprendedor constante, abogado y militante de base.