La Comisión Europea redacta un nuevo plan de contingencia que dará a conocer en breve pero del que ya se conocen algunas medidas, para ayudar a los países europeos a reducir la demanda de combustible fósiles, así como la reducción del consumo, ante el temor de un corte en el suministro de gas procedente de Rusia, este próximo invierno. Algunas de las medidas son el control del termostato, limitando el aire acondicionado a 25 grados y la calefacción a 19.
El plan de recomendaciones desde Bruselas parte de un control de temperaturas en edificios residenciales y oficiales, aconsejando mantener el aire acondicionado a 25 grados durante los meses de verano, y la calefacción hasta los 19, cuando llegue el invierno. Estas medidas no dejan de ser recomendaciones, es decir, se aconseja aplicarlas cuando sea viable. Los flujos de gas ruso han caído en un 30% en comparación con la media del periodo entre 2016 y 2021, como resultado de un intento por trastocar la actividad económica europea y "manipular los precios".
Bruselas ha sugerido a los países del bloque un incentivo mediante compensaciones económicas a la reducción del consumo de gas en las empresas y su sustitución por otras fuentes de energía, incluidos el carbón y la nuclear. "La Comisión apoya firmemente las mejores prácticas, como la idea de subastas o sistemas de licitaciones para incentivar una reducción del consumo de consumidores industriales dejando que las industrias ofrezcan esas reducciones del consumo de gas a cambio de compensación", reza el documento.
Para el plan de la Comisión, se siguen diversos criterios como la criticidad social, es decir, la importancia del sector afectado para la sociedad, dando clara prioridad a los servicios básicos y esenciales como la salud y la seguridad; las cadenas de suministro transfronterizas, para valorar los efectos negativos derivados de la escasez de gas ruso, sobre todo en el intercambio de productos y servicios entre los países europeos; las posibilidades de sustitución de la propia fuente de energía; y por último el daño que una parada temporal podría provocar en instalaciones de funcionamiento continuo como el sector farmaceútico, como es el caso de las averías, y el elevado coste que requeriría su reparación.
El aumento de la eficiencia energética es uno de los principios sobre los que se sostiene el plan REPowerEU, orientado a reducir la dependencia energética europea, ya que el 40% del gas importado para su consumo proviene de Moscú. Se prevé que dicha dependencia se reduzca en dos tercios para final de 2022, a través de un plan a largo plazo de importación de gas natural licuado (GNL) de potencias como Estados Unidos y del impulso de energías renovables.