La dimisión de Boris Johnson como líder del Partido Conservador abre la carrera por su sucesión al frente de los torys. Uno de los nombres que más suena es el de Ben Wallace, actual ministro de Defensa, y uno de los pocos europeístas que se opusieron al Brexit que están dentro del Ejecutivo de Johnson. También aparecen en las quinielas otros miembros del Gobierno como la secretaria de Estado de Comercio, Penny Mordaunt, o la ministra de Exteriores, Liz Truss.
La caída de un líder político siempre tiene una consecuencia. La carrera por la sucesión. Tras la dramática dimisión de Boris Johnson, la carrera comenzó el viernes en el Reino Unido para reemplazarlo como líder del Partido Conservador y por consiguiente como primer ministro, puesto en el que se mostró determinado a seguir hasta que designen a su sucesor.
El calendario de estas largas y complejas elecciones internas, que suelen durar varios meses, no se anunciará hasta la próxima semana. Oficialmente no hay candidatos, pero los potenciales sucesores de Johnson empiezan a tomar posiciones. De hecho, la mayoría de los posibles sucesores se han mostrado precavidos a la hora de expresar su postura al respecto.
El actual ministro de Defensa, Ben Wallace, 52 años, ocupa el primer lugar entre los militantes tories (19,7%) y es también el miembro mejor valorado del Gobierno, con un 85% de aceptación popular, frente al 21% de Boris Johnson (peor valorado que todos sus ministros). Wallace ha ganado empaque político por la guerra de Ucrania, aunque le falta carisma y no es suficientemente conocido por los votantes. Su reciente enfrentamiento con Johnson por cuenta del presupuesto de Defensa dio pie a especulaciones sobre el deterioro de sus relaciones con el 'premier'.
Penny Mordaunt, exministra de Defensa, ha ganado fuerza durante los últimos días. Mordaunt, 49 años, 'brexitera' moderada, fue "devaluada" por Johnson como secretaria de Estado de Política Comercial. Ha sido una de las voces internas más críticas durante el 'Partygate', el escándalo político sobre fiestas y otras reuniones del personal del gobierno y del Partido Conservador celebradas durante la pandemia del covid, es un rostro relativamente popular para los británicos y tiene un tirón especial entre las bases del partido, donde ha ido subiendo enteros hasta colocarse como la segunda favorita (19,3% de las preferencias).
La secretaria de Exteriores, Liz Truss, 46 años, es la tercera en las quinielas de Conservative Home, con el 13,9% del total de las preferencias. Desde su ascenso en septiembre, Truss ha llevado a cabo una campaña calculada de autopromoción en las redes al tiempo que ha cerrado filas con Johnson en los momentos críticos. Fue partidaria de la permanencia en la UE, pero no ha dudado en apretar las clavijas a la hora de impulsar la ley del Protocolo de Irlanda que pretende modificar unilateralmente la parte más polémica del acuerdo del Brexit.