Shinzo Abe ha sido asesinado de dos disparos por la espalda con unan escopeta casera. El ex primer ministro japonés Shinzo Abe entraba este viernes en parada cardiorrespiratoria tras haber recibido los disparos mientras se encontraba dando un discurso electoral en la ciudad de Nara, en el suroeste de Japón. Finalmente La Policía japonesa ha identificado hoy a Yamagami Tetsuya, un hombre desempleado de 41 años y exmiembro de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa (Ejército nipón), como el presunto agresor que realizó los disparos. El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha condenado el ataque.
El ex primer ministro japonés Shinzo Abe, de 67 años, ha muerto horas después de recibir dos disparos con una escopeta. Abe ofrecía un discurso de campaña para las elecciones parlamentarias de este domingo, en las que el Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe y del actual primer ministro, Fumio Kishida, esperaban revalidar su amplia mayoría.
Tras recibir los disparos, sobre las 11.30 horas (aldededor de las cuatro de la madrugada en España), el exmandatario se ha desplomado en el suelo y ha sido trasladado de urgencia al hospital más cercano en helicóptero. En el camino al centro médico, Abe entraba en parada cardiorrespiratoria.
Un hombre fue detenido poco después del ataque, como supuesto responsable del mismo. Se trata de Yamagami Tetsuya, desempleado de 41 años y ex miembro del ejército nipón (concretamente, de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa). Tetsuya sostenía el arma con la que habría disparado al ex mandatario nipón. El agresor trabajó durante tres años en el ejército.
Japón tiene un bajo índice de criminalidad y los altercados con armas de fuego son mínimos. Aún se desconoce con qué tipo de arma fue atacado Abe y, sobre todo, cómo pudo Yamagami Tetsuya hacerse con ella en un país donde poseer armas es extremadamente difícil. Tetsuya pudo haberla construido él mismo.
Abe ha sido el primer ministro de Japón con más años al servicio de su país. Gobernó el país en 2006 y después volvió al poder entre 2012 y 2020. Golpeado por los duros efectos del tsunami y el desastre nuclear de Fukushima, Japón encontró en Abe, en 2012, un líder que podía sacar adelante al país. Lo hizo con su conocida estrategia, "Abenomics", consistente en masivas inyecciones presupuestarias y profundos cambios estructurales.