Tras la retirada del veto a la unión de Suecia y Finlandia por parte de Turquía, la OTAN lo celebra, arrancando la cumbre en Madrid con gran "éxito". El dirigente británico, Boris Johnson ha comentado que tras este gran paso, hay que trabajar en "la postura de la OTAN en el flanco oriental" y ha querido referirse al presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien "ahora tendrá más OTAN en el flanco oriental debido a su invasión ilegal de Ucrania".

 

El canciller alemán, Olaf Scholz, por su parte, ha remarcado la relevancia de la adhesión de ambos países y ha recordado que el objetivo de la cumbre se basa en "reforzar la seguridad de la Alianza, de Europa y de todo el mundo". El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, se ha mostrado muy feliz, mientras que el dirigente en República Chaca, Petr Fiala, ha apuntado que la unión de Suecia y Finlandia en la OTAN permitirá el avance "hacia una nueva arquitectura de seguridad en Europa".

 

El primer ministro belga, Alexander de Croo ha considerado que esta decisión fortalecerá a la unidad de la Alianza. De Croo ha destacado la importancia de "seguir hablando" con el presidente en Ucrania, Volodimir Zelenski, y mostrar apoyo a las fuerzas ucranianas para "parar la agresión rusa". Respecto a la adhesión de Ucrania a la UE, la ha calificado como un "mensaje simbólico", sobre todo para otros países como Macedonia del Norte o Georgia. En esta línea, el presidente polaco, Andrzej Duda ha recordado que "Rusia es un agresor" que no solo ha atacado a Ucrania, sino que comprende una amenaza para Europa y la OTAN en su conjunto.

 

El presidente de Macedonia del Norte, Stevo Pendarovski ha preferido enfatizar el derecho soberano de que cualquier país pueda decidir sobre sus políticas de seguridad, y ha insistido en el principio de "política de puertas abiertas" que caracteriza a la Alianza: "Pensamos que la OTAN debe tener la puerta abierta a cualquiera que quiera entrar. No hay ningún motivo por el que no puedan".