Por seis votos a favor, incluidos los de los tres magistrados vitalicios ultraconservadores, impuestos durante el mandato de Donald Trump, contra tres votos en contra, las mujeres de los Estados Unidos han perdido la libertad sobre sus propios cuerpos y podrán volver a ser perseguidas y encarceladas por decidir o no, sobre su propia maternidad. Un retroceso gigantes que jamás los demócratas estadounidenses pensaron que verían sus ojos en estos tiempos que corren y tras el avance de los derechos de las mujeres. Desde este viernes, 24 de julio, se suceden gigantescas protestas por todas las grandes ciudades, desde Nueva York, a Miami FLA, o San Francismo CA. 

Desde 1973 las mujeres norteamericanas habían conquistado el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Pero el paso de Donald Trump por la Presidencia de los EEUU hizo retroceder en muchos de los derechos, incluidos sanitarios, feministas o de inmigrantes y el partido republicado se endureció con respecto a los avances de las mujeres. Ahora el Tribunal Supremo ha asestado un duro golpe para la parte demócrata del país, y multitud de manifestaciones se reproducen por las grandes ciudades del país norteamericano. Joe Biden y Kamala Harris se han apresurado a decir, que esta “es una batalla que estaba ganada y que en breve se volverá a ganar, porque prohibir a las mujeres sus libertades sobre decidir sobre su cuerpo es sencillamente antidemocrático y decimonónico”, ha dicho la vicepresidenta.

 [Aviso a navegantes. Aquí en España los movimientos católicos, ultras, conservadores de la Iglesia, no sólo no han perdido fuerza sino que con los recientes resultados electorales y avance de Vox lo están ganando. La machacona negativa de la derecha de no renovar el Poder Judicial, no conduce sino a aguantar hasta volver a ganar elecciones para controlar desde la justicia, implementación ideológica y religiosa. De hecho, los poderosos lobbies ultracatólicos ya están movilizados tras esta sentencia americana para presionar al Tribunal Constitucional sobre el recurso del PP pendiente desde contra la Ley del Aborto que ya tiene doce años. La historia se repite].

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos, de tendencia ultra conservadora, ha revocado una norma constitucional con un movimiento histórico que daña la vergüenza de la mayoría de la población norteamericana. Especialmente los muchos millones de mujeres indistintamente de su ideología. Hay estudios sobre los movimientos republicanos de involución durante el mandato de Trump que indican que los lobbys ultracatólicos han evolucionado y se han organizado más de lo que sería deseable en cualquier comunidad moderna. “No se entiende la política reproductiva en este país si no se entiende la política racial en este país”, dice Loretta Ross, fundadora de SisterSong Woman of Color Reproductive Health Collective,  una organización de derechos reproductivos en el Estado de Georgia, un feudo racial de afroamericanos y votantes republicanos. .Según publica la prensa estadounidense.

“Creo que las actuales restricciones al aborto, al control de la natalidad y a la educación sexual están diseñadas para obligar a las mujeres blancas a tener más bebés”, dice Ross. “No estoy convencida de que quieran más bebés negros, hispanos o de otras minorías”, dice en referencia a las mujeres que se pueden ver afectadas de forma desproporcionada por la prohibición del aborto.

Precisamente, porque casi un noventa por ciento de los norteamericanos están a favor de la libertad de las mujeres para decidir sobre el aborto, esta decisión ha conmocionado al país, especialmente a los movimientos feministas. Pero el auge del peor populismo conservador y ultra durante el mandato de Trump, ha incrementado el catolicismo fervoroso y persecutorio de los derechos de las mujeres. Y ha organizado un movimiento antiabortista creciente. 

“Entienden que son una minoría de la población, del electorado, y ciertamente un conjunto minoritario de opiniones sobre cuestiones de derechos reproductivos”, dice Fred Clarkson, experto en la derecha cristiana y socio de Political Research Associates. “Pero como lo saben, han encontrado formas eficaces de maximizar su influencia política al estar mejor organizados que las facciones numéricamente mayores que están menos organizadas...”. El movimiento antiabortista “domina las herramientas de la democracia para conseguir resultados antidemocráticos”.