El melón, la sandía y las cerezas han entrado en la sesión de control al Gobierno gracias a una pregunta del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien ha advertido al presidente de que su elevado precio puede pasarle factura. La inflación se está cebando con la cesta de la compra. En mayo, alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 11% interanual, una cifra sin precedentes desde 1994.
Con la llegada del verano también llegan a los supermercados las frutas de temporada como el melón y la sandía. Normalmente el consumidor compra estas frutas a un precio "razonable", pero este año, el precio de estos dos productos se ha disparado considerablemente llegando a superar los 10 euros por comprar un melón.
El asunto ha llegado hasta el Congreso de los Diputados, cuando esta mañana el portavoz de ERC, Gabriel Rufián hacía referencia a los altos precios del melón y la sandía a modo de reproche al presidente del Gobierno.
"¿Sabe qué puede costar un melón hoy en este país hoy? 13 euros. ¿Una sandía? 12 euros. ¿Medio kilo de cerezas? 6 euros. Señor presidente, en un país en el que el salario medio anual es de 16.300 euros, ¿cómo cree que la gente puede llegar a comprar fruta en verano?", preguntaba Rufián a Sánchez.
Precisamente, sobre este tema se ha pronunciado el presidente de la Interprofesional del melón y la sandía de Castilla-La Mancha, Cristóbal Jiménez, en una entrevista en Onda Cero. En este sentido, el profesional ha dado con una de las claves, que no se trata solo de la espiral inflacionista que atraviesa la economía a escala global por las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania. Se trata de la imposibilidad de cubrir la demanda ante la escasez de oferta.
Y detrás de esa falta de producto se halla, sorpresa, las condiciones meteorológicas que han reducido la cosecha, con la histórica ola de calor a la cabeza. Fundamentalmente, se ha alterado el ciclo de cultivo de ambas frutas en distintos puntos de producción.
"La espectacular subida de los precios de la alimentación -la mayor en 28 años según datos del INE- ya está teniendo efectos en los hábitos de compra", han asegurado en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). "Uno de cada cinco españoles reconoce que ha dejado de comprar alimentos como la carne, el pescado, las frutas y las verduras".
En el caso de las frutas, con el alza de precios, "el consumidor va a buscar productos sustitutivos", quizá "otro tipo de postres que a sus ojos resulten más baratos" y que "puede que no coincidan con los más sanos".
Detrás de la inflación, los expertos señalan que estaría la pandemia, las huelgas de transportes y las condiciones meteorológicas adversas.