El diario El País ha publicado este miércoles las grabaciones que muestran la conversación entre el exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, el comisario Villarejo y el jefe de la Policía, Eugenio Pino, en el mismo día en el que se iba a interponer una denuncia contra la familia Pujol y Artur Mas, ante la Audiencia Nacional, en diciembre de 2012. Los audios probarían que el exministro habría dirigido la Operación Cataluña.
Una conversación de quince minutos que acaba de hacerse pública en el diario El País, acredita que Fernández Díaz mintió en la Comisión de Investigación del Congreso, en la que aseguró que "jamás" había despachado "nada con el señor Villarejo".
En los audios que han salido a la luz, se puede escuchar cómo acuerdan presentar dos denuncias. La de la familia Pujol, que iba a ser apoyada por el testimonio del empresario Javier de la Rosa, y el de una examante de uno de los hijos de Jordi Pujol. Ambos testigos habrían sido captados por Villarejo, que les habría prometido ayuda económica a cambio de que testificaran ante la Policía.
Respecto a Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat, el comisario explica que la primera denuncia "no tocaría a Artur Mas", tan solo a los Pujol, pero el exministro replica, centrado en ir contra Mas: "la segunda sí que le toca". El comisario comenta que él ya lo ha planteado a la Audiencia Nacional: "Me han dicho que sí a elevar una pieza separada contra Artur Mas al Tribunal Superior de Cataluña". La conversación se ve interrumpida repetidas veces por el exministro. "Para su información, esta conversación no ha existido", recuerda.
Villarejo le asegura que "por supuesto que no ha existido", mientras que Fernández Díaz lo vuelve a remarcar: "Estamos entre caballeros, por tanto, ¿está claro? Por tanto, esta conversación no ha existido". "A partir de ahí, ¿estamos en condición de judicializarlo en la Audiencia Nacional?", pregunta el exministro antes de recibir la afirmativa de Villarejo: "Yo creo que sí".
En la conversación seleccionan a los jueces. Santiago Pedraz, juez decano de la Audiencia Nacional, habría tranquilizado a Villarejo, diciéndole que si no "caía uno de los cuatro (jueces) que ya estaban tocados abiertamente", le pediría al que le tocase que primero hablase con los protagonistas de la grabación. "Con el fiscal general del Estado se ha hablado", asegura el exministro, que nada más decir eso reitera: "Ni bajo tortura reconoceré que esta reunión ha existido".