El candidato de Pacto Histórico se convierte en el primer líder de izquierdas del país sudamericano
Gustavo Petro será el nuevo presidente de Colombia. Tras un 50,49 % del total de los votos, el candidato de Pacto Histórico se declara vencedor de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebrada este domingo. Se trata de la primera vez que un líder de izquierdas presidirá el país americano. Lo hará junto a Francia Márquez, su vicepresidenta.
Pacto Histórico pretende cambiar totalmente el modelo económico colombiano, alejándose del petróleo y el carbón para favorecer opciones más ecológicas. Gustavo Petro, de 62 años, se había presentado previamente a las elecciones en dos ocasiones. A la tercera ha vencido, posicionándose como la cara visible de un esperanzador cambio para el país tras los movimientos sociales que comenzaron en el año 2019.
Francia Márquez, que ha estado a su lado durante toda la candidatura, se convertirá en la primera mujer afrodescendiente en asumir el cargo de vicepresidenta de Colombia. Entre las medidas que proponen Petro y Márquez, se encuentra la creación de un Ministerio de Igualdad y la implantación por ley de que la mitad de todos los trabajadores públicos sean mujeres.
Además, Pacto Histórico intentará llevar a cabo una reforma agraria para disminuir la desigualdad entre la minoría terrateniente y la mayoría trabajadora. En su programa electoral destacan las medidas contra el fracking, práctica muy contaminante para el medio ambiente. También tratará de defender los recursos naturales y proteger los fondos públicos; así como establecer un ingreso básico mínimo y promover la implantación de energías renovables.
Gustavo Petro ha prometido que desmilitarizará Colombia, para lo que acabará con el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), muy criticado por sus fuertes represiones contra manifestantes. El nuevo presidente asegura que protegerá a los líderes sociales de las amenazas de grupos armados y comenzará investigaciones sobre los crímenes cometidos por el Ejército. Petro también está abierto al diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, organización guerrillera de extrema izquierda.