El 75% de nuestro territorio está en peligro de sufrir desertificación. Los modelos climáticos predicen desafíos y cambios extremos aún mayores que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua, y habrá zonas de la Península Ibérica que vivirán bajo estrés hídrico severo. De hecho, será una de las regiones más afectadas de Europa por sequías extremas.
España acoge este viernes el acto de celebración del Día Mundial de la Desertificación y la Sequía de la ONU 2022 dada su vulnerabilidad ante este fenómeno por la escasez de agua y los impactos en los recursos hídricos derivados del cambio climático, según ha informado la Organización de Naciones Unidas (ONU) que destaca que el Gobierno está "a la vanguardia en el tratamiento de estos problemas y tiene las mejores prácticas para compartir" con la comunidad internacional.
Pedro Sánchez, que ha participado en el acto, ha subrayado que el cambio climático es una evidencia científica y que la única opción para hacerle frente es la de la sostenibilidad, la conservación del planeta y una transición ecológica justa e inclusiva, tanto desde el punto de vista social como territorial.
Además, también han participado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres; la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera; el secretario ejecutivo de la UNCCD, Ibrahim Thiaw; el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, y el presidente de la COP15 de Desertificación, Alain-Richard Donhawi.
La ONU admite que la sequía es "desalentadora" porque sus efectos sobre la vida y los medios de subsistencia de las personas son "devastadores" aunque con "ingenio, compromiso y solidaridad", se puede abordar con éxito. El lema de 2022 'Superando juntos la sequía' se centra en la urgencia de adoptar políticas y medidas a escala local, regional y global para evitar los efectos de la desertificación y la sequía, así como en crear sociedades más resilientes a estos problemas ambientales.