España sigue sufriendo los efectos de la ola de calor más temprana de su historia desde que hay registros. En los últimos 47 años se han producido 36, y sólo tres de ellas han tenido lugar en el mes de junio. No obstante, esta es la primera vez desde 1975 que se produce en la primera quincena, lo que se traduce en termómetros con valores entre siete y 12 grados centígrados por encima de los habituales para estas fechas. Una de las consecuencias más visibles de estas estratosféricas temperaturas es el aumento de incendios en Cataluña, Navarra y Castilla y León.
La temprana e intensa ola de calor mantiene activas este jueves las alertas en todas las comunidades autónomas, a excepción de Galicia y Canarias, y ocho de ellas están en nivel naranja (riesgo importante) por altas temperaturas, que llegarán a 41 grados en el noreste y Extremadura.
Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su página web, la alerta naranja se ha activado en Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Comunidad de Madrid, Navarra y La Rioja por temperaturas que oscilarán al mediodía entre los 38 y los 41 grados.
Una de las principales consecuencias de este aumento de las temperaturas es el riesgo de incendios al que está expuesto todo el país. Este miércoles por la noche, los fuegos más graves seguían localizándose en Cataluña, con un total de ocho incendios. Los más grandes, en Artesa de Segre (Lleida) y Corbera d'Ebre (Tarragona),pero también en Zamora, Navarra, Teruel y Ourense.
Por suerte, la ola de calor tiene los días contados. Según el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, el escenario más probable es que este fin de semana una DANA situada en el Atlántico, que es la que está inyectando el aire cálido del norte de África, se aproxime a España lo suficiente como para provocar un "marcado descenso de las temperaturas" en la mitad occidental. Así como lluvias y chubascos que contribuirán a acabar con los incendios y prevenir que prendan nuevos.