El Consejo de Ministros ha declarado el Belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial
El Belenismo ha sido declarado Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, así lo ha aprobado el Consejo de Ministros esta semana. La propuesta, presentada por el Ministerio de Cultura y Deporte, supondrá la protección de la actividad artística que consiste en crear figurar y elementos para las representaciones del nacimiento de Jesucristo.
El Gobierno ha aprobado un Real Decreto en el que se reconoce que las tradicionales figuras del Belén contribuyen a revalorizar y educar sobre los oficios artesanales que representan. La Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, órgano del Ministerio de Cultura, comenzó este proceso el pasado 5 de enero, y hoy se ha oficializado el nombramiento del Belenismo como patrimonio Cultural.
Según los comunicados oficiales, las representaciones del Nacimiento "trascienden lo estrictamente religioso para encuadrarse en una dimensión cultural, convirtiéndose así en un hecho sociológico". También se recoge que el Belenismo forma parte de la identidad colectiva, al ser una actividad que se lleva a cabo en la mayoría del país. En cuanto a sus aspectos culturales, el comunicado menciona que las figuras contribuyen a la transmisión de conocimiento de la cultura popular, al mostrar oficios artesanales y modos de vida tradicionales.
Además, los artesanos que crean las figuras y montan el Belén ayudan a conservar prácticas, habilidades y destrezas artísticas. EL Ministerio de Cultura también destaca el valor de los productos materiales resultados del Belenismo; así como su riqueza inmaterial, que relacionan estrechamente con la tradición oral, narrativa y musical. Por último, la declaración de Patrimonio Cultural pretende reconocer y aumentar la proyección internacional de la actividad.
La tradición de crear figuras para representar el nacimiento de Jesús durante la Navidad se remonta a la Edad Media. Los Belenes empezaron a extenderse por toda Europa y poco a poco se fueron añadiendo personajes, animales y edificios que completan la tradicional escena de Jesucristo naciendo en un pesebre. El Belenismo engloba tanto a los artesanos que crean las figuras como a los expertos en montar el conjunto.