El ministro de Agricultura, Luis Planas, abordó la transformación hacia una producción sostenible de alimentos durante la visita que realizó este miércoles a la Universidad de Wageningen, en Países Bajos, uno de los principales centros de investigación agrícola del mundo. Su desplazamiento a la universidad también tenía por objeto conocer "de primera mano" a la próxima presidenta del centro, Sjoukje Heimovaara, así como tener contacto con los distintos departamentos de investigación y con 40 alumnos españoles que cursan estudios en Wageningen.
Luis Planas, ministro de Agricultura, ha visitado la Universidad de Wageningen, institución pública conformada por la propia universidad y el antiguo instituto de investigación agrícola del Ministerio de Agricultura de Países Bajos. Considerado como el principal centro de investigación agrícola del mundo, la Universidad de Wageningen lleva a cabo investigaciones científicas en el ámbito de la alimentación saludable, medio ambiente y sociedad.
Durante su visita, el ministro ha mantenido un encuentro con alumnos españoles que cursan sus estudios en la Universidad de Wageningen. Posteriormente, ha conocido el funcionamiento de los invernaderos Unifarm: 240 hectáreas de campos experimentales con diferentes tipos de suelo, salas climáticas, cámaras frigoríficas y otras instalaciones.
"Hemos estado hablando de las transformaciones hacia una producción sostenible de alimentos. También de todos los temas de la circularidad de la producción animal, es decir, de la producción propiamente dicha, pero también de los efectos colaterales de la misma y cómo situarse en este sentido", declaró el titular de Agricultura.
Añadió que durante la visita se ha hablado sobre el papel de los estiércoles "como un elemento que se puede utilizar de cara al futuro en términos de fertilización y también de otras cuestiones como, por ejemplo, las nuevas técnicas de edición genética".
Asimismo, España considera que el comercio internacional es un elemento clave para conseguir la seguridad alimentaria mundial. En este ámbito, la UE trabaja para asegurar el funcionamiento fluido de los mercados, que debe contar con normas claras y transparentes. Para ello, resulta necesario también reforzar el papel de la Organización Mundial del Comercio.