Una pandemia y una crisis diplomática después, han reabierto las fronteras de Ceuta y Melilla. La medianoche de este martes, exactamente a las 00.01 horas, accedía desde Ceuta a Marruecos la primera persona a pie: un joven marroquí que se mostraba feliz por el acceso. La reapertura de las fronteras es fruto del trabajo bilateral llevado a cabo por las autoridades españolas y marroquíes. La apertura se hará de manera gradual y con restricciones, durante las dos próximas semanas solo tienen permiso para transitar por esos pasos quienes reúnan los requisitos exigibles para trasladarse al resto del espacio Schengen.
Las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla han abierto este martes a medianoche después de 26 meses cerradas como consecuencia de la irrupción de la pandemia del coronavirus y la posterior crisis diplomática. La reapertura de las fronteras es fruto del trabajo bilateral llevado a cabo por las autoridades españolas y marroquíes tras la reunión que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Rey de Marruecos, Mohamed VI.
La reapertura se va a llevar a cabo de forma gradual y ordenada. En una primera fase, únicamente se reabrirán los puestos de El Tarajal, en Ceuta, y Beni Enzar, en Melilla, y podrán acceder quienes reúnen los requisitos exigibles para trasladarse al resto del espacio Schengen y los trabajadores transfronterizos legalmente autorizados. Además, estas personas deberán cumplir los requisitos sanitarios que establezca el Ministerio de Sanidad para cruzar los puestos fronterizos.
La frontera ya no será la misma. Ambos países tienen claro que el comercio de contrabando dejará de formar parte del día a día de las dos ciudades autónomas. Ese era un deseo expreso de las autoridades marroquíes, que habían adoptado en octubre de 2019 medidas unilaterales en ese sentido, como el cierre del paso de Tarajal, por donde entraban a Ceuta las porteadoras. Por lo pronto, está prohibida la entrada de mercancías de un país a otro.
La reconciliación hispano-marroquí se da por segura, pero todavía es frágil: el anunciado posado de agentes de ambos países dándose la mano antes de retirar las verjas que restauraría visualmente antiguas fricciones no se produjo y ni siquiera entre bambalinas hubo un saludo protocolario de las autoridades de la región de Tetuán desplazadas hasta el paso a Mateos.