En una comparecencia de alto voltaje, la Ministra de Defensa, Margarita Robles, ha respondido en la comisión del Congreso a preguntas sobre el espionaje de Pegasus, que estaban fuera del guión parlamentario. En medio de la polémica de Pegasus y con muchas voces pidiendo su cabeza y la de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. Robles, que había solicitado esta comparecencia a petición propia para informar a la Cámara Baja sobre la aprobación de la Brújula Estratégica de la Unión Europea y sus efectos sobre la proyección de las Fuerzas Armadas, ha partido una lanza a favor del CNI frente a la presión del independentismo y del ala 'morada' del Gobierno. "No hay nada que ocultar", ha zanjado una ministra que actualmente, y en función de cómo se vayan desarrollando las nuevas revelaciones sobre el espionaje político, sigue en la cuerda floja.
Margarita Robles, ministra de Defensa, ha comparecido, a petición propia, este miércoles 4 de mayo en la comisión del Congreso de los Diputados para informar sobre la aprobación de la Brújula Estratégica de la Unión Europea. La ministra ha explicado los efectos de esta nueva referencia sobre las Fuerzas Armadas en las misiones internacionales. Como era de esperar, casi todas las preguntas de los socios de Gobierno y de los socios de investidura, es decir, de las formaciones políticas progresistas y de izquierdas, han ido dirigidas a exigir más información sobre el espionaje político del programa Pegasus.
Al estar en plena vigencia el caso del espionaje, no sólo por las comparecencias de ella misma en la sesión del control al Gobierno, sino también por la rueda de prensa del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, Robles no ha tenido más remedio que responder sobre los hackeos a los teléfonos privados de más de 60 líderes independentistas catalanes y vascos, destapado en principio por la revista New Yorker y el centro canadiense Citizen Lab, mediante el software Pegasus y la posibilidad de que este fuera realizado por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Hoy mismo el rotativo británico The Guardian, agregaba nuevos nombres al espionaje, como la ex ministra de Exteriores, Arancha González, o el periodista del grupo Prisa, Ignacio Cembrero, también dejaba caer el rotativo que saldrán otros ministros relevantes.
"Me siento particularmente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del CNI (...) que han antepuesto su labor a sus propias vidas para defender nuestro país, nuestras libertades y nuestra seguridad", ahondaba la ministra que, como broche a su intervención, ha defendido que "las instituciones son la fuerza del Estado y la fuerza de la democracia". "Frente a la banalidad, sólo hay un principio básico: democracia y más democracia", concluía la ministra.
Con respecto a Paz Esteban, directora del CNI, la ministra ha sido contundente: "la directora del CNI está aguantando imputaciones que no se corresponden con la realidad" y ha recordado que la agencia tiene un deber de secreto y, además, no puede defenderse. Esteban acudirá este jueves con la documentación necesaria para su comparecencia ante la comisión de secretos oficiales sobre este caso.
Montserrat Bassa (ERC), hermana de presa política independentista, pide la dimisión de Robles. Al igual que Pablo Echenique (Unidas Podemos), que considera: “Usted sabe lo que tiene que hacer por su propia dignidad y la del Gobierno”.
"Las escuchas ilegales no son solo políticamente rechazables, es que son un delito con mayúsculas, cuya persecución corresponde a los tribunales, que espero que lleguen hasta el final con la colaboración máxima del Gobierno", ha zanjado Margarita Robles.