El espionaje a determinados partidos políticos catalanes como ERC y demás miembros independentistas por el software "Pegasus", sigue levantando dolores de cabeza. Entre algunos de los damnificados, se encuentra el presidente del Parlament, Pere Aragonés. o Gabriel Rufián. Este último, defiende el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno central.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, afirma que todas las medidas que tenía en la mesa Pedro Sánchez, se encuentran en peligro dado el escándalo que ha salido a la luz, calificándolo de "mayúsculo". Otros organismos también se han involucrado en la investigación del asunto como el CNI, el Defensor del Pueblo o la comisión de Secretos Oficiales y desclasificación de documentos. Sostienen que el Gobierno debe ser transparente.
El suceso se ha calificado de "el mayor escándalo de los últimos años de las democracias europeas". Junts por su parte, insta a Esquerra a que deje de apoyar al Gobierno hasta que no se esclarezcan los hechos. Gabriel Rufián considera que "el único idioma que entiende el PSOE es tocarle o tumbarle la agenda legislativa". El Gobierno al ser consciente del espionaje, inmediatamente asumió la gravedad del caso.
"Aquí no se espía, no se intervienen conversaciones, si no es al amparo de la ley", afirmaba la portavoz Isabel Rodríguez en el consejo de Ministros. Por otro lado, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguraba que todas las actuaciones del CNI están sometidas al control parlamentario.
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, sostiene que todo lo ocurrido es tan grave que cambia por completo toda la situación. Piden que el Gobierno actúe con responsabilidad y tome cartas en el asunto